La campaña para escoger las autoridades nacionales, congresuales y municipales entró desde ayer en su etapa final. Apenas faltan 43 días para que se efectúen las votaciones.Es un período crucial para los competidores que habrán de presentar con mucho más calidad sus propuestas de Gobierno a los electores que deben escoger con juicio las ofertas que consideren más convenientes para la República.
Todos los factores están definidos y así lo ha consignado claramente el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario Márquez. El cuadro electoral, ha dicho, está despejado, al margen de los asuntos pendientes que ya serán materia del Tribunal Superior Electoral (TSE). Las candidaturas están inscriptas. Y apenas 30 expedientes están pendientes de decisión del TSE.
Rosario ha dicho que la JCE tiene toda la infraestructura “caminando” y durante esta primera quincena de abril debe hacerse la prueba nacional del cómputo electoral.
Siendo así, queda en manos del TSE decidir los casos de candidaturas en conflicto por diferentes motivos, originados en los propios partidos políticos. Es importante que el TSE les dé salida a la mayor brevedad, con apego a los procedimientos, y sobre todo, con sentido de justicia.
Con las dificultades que crearon los partidos en la administración de sus convenciones internas y algunos hechos violentos que estremecieron a todos, ya es suficiente. Deben evitarse manejos que puedan convertirse en piedra de fricciones o escándalos. En esa perspectiva, el TSE debe ser ágil y ecuánime.
El resto, como siempre, dependerá de los actores, los políticos y sus partidos. Deben contribuir para que la cultura de paz predomine. Es una competencia, no una guerra.
Para que sea así debe procederse con respeto. Respeto entre los competidores, sin las denostaciones ni los ataques insultantes que sólo sirven para estimular las pasiones. De ahí a la violencia, el trecho resulta imperceptible.
Con el cuadro electoral despejado, lo que el país espera es que todo transcurra sin sobresaltos y que el 15 de mayo tengamos unos ganadores rodeados de toda la legitimidad.
