RD mueve su matriz energética hacia las fuentes renovables

El mercado eléctrico dominicano camina con pasos firmes hacia el segmento de la energía renovable. El viento y el sol ya son la fuente con una potencia equivalente a alrededor del 8.5% de la capacidad real del mercado.Una vez entre en…

El mercado eléctrico dominicano camina con pasos firmes hacia el segmento de la energía renovable. El viento y el sol ya son la fuente con una potencia equivalente a alrededor del 8.5% de la capacidad real del mercado.

Una vez entre en operación un proyecto que se ejecuta en San Pedro de Macorís, cuya materia prima básica de generación es la biomasa, el peso de la energía renovable se elevará a aproximadamente un 10% del mercado real.

Hasta el momento, el segmento de la energía renovable que más incidencia tiene es el eólico o de viento, que con dos parques construidos en las provincias Barahona y Pedernales por la empresa EgeHaina, ya tiene en línea una capacidad de 135 megas.

A EgeHaina, una empresa donde el Estado es socio, le corresponde el 94 por ciento de la electricidad generada con el viento.

A la “independencia” de la generación mayoritariamente vía combustibles fósiles también contribuye la energía hidráulica, que es también una fuente renovable, aunque no está dentro del segmento surgido a raíz de la ley de incentivo a la llamada energía limpia.

De la oferta global del mercado eléctrico, el componente hidroeléctrico representa un 16% de la capacidad instalada. Pero de la oferta real, la participación de la energía producida por las presas es inferior al 10%.

Según cifras del Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico, de la energía abastecida al mercado en el 2015, la participación de la fuente hidroeléctrica fue de un 6.3 por ciento. Para al menos mantener la ponderación de ese tipo de energía en la oferta global del mercado, se concibieron proyectos con capacidad de generar más de 200 megavatios. Esos proyectos fueron Palomino, con 99 megavatios; Las Placetas, con 87 megavatios y Pinalito, con 50 megas.

El avance de la energía renovable ha sido guiado mayormente por el componente eólico, que con la inauguración del parque Larimar, en la región Enriquillo, ya representa el 7% de la capacidad real o disponible del mercado eléctrico, que es de unos 1,921.6 megavatios. La capacidad instalada total es de unos 3,394.1 megavatios.
El surgimiento de nuevos proyectos de energía no convencional es un proceso en crecimiento. Hay unos 14 proyectos aprobados, los cuales generarán unos 620 megavatios adicionales al mercado.

No solo proyectos con carácter comercial se ejecutan en el mundo de la energía limpia. Programas de autogeneración están presentes en ese mercado.
El aeropuerto Cibao hizo una importante inversión en un programa de generación fotovoltaica, que le permite ser autosuficiente, mientras que el Banco Popular, utilizando paneles solares, genera en una gran parte de sus oficinas, un volumen consolidado equivalente a 2.2 megavatios.

La biomasa viene por ahí
Mientras que el debut a nivel comercial de la electricidad generada por biomasa viene de la mano del proyecto que desarrolla la empresa San Pedro de Macorís Bio-Energy, una central termoeléctrica que en su primera fase aportará 30 megavatios. Esa fase será incorporada al mercado próximamente.

Se había proyectado que entraría en operaciones en el primer trimestre del año. El proyecto fue diseñado para generar en total 80 megavatios, cuando sean incorporadas otras dos etapas de 25 megavatios cada una.

En un amplio trabajo publicado en la revista Conecta, órgano de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), titulado “El despegue de las energías renovables en República Dominicana”, la directora de gestión de energía del holding eléctrico estatal, Santa Ramos, plantea que la República Dominicana es “una tierra privilegiada en cuanto a recursos energéticos renovables, en especial sol y viento”.

Y asegura que las energías renovables son una opción factible para enfrentar el cambio climático y la seguridad del suministro de energía de cualquier nación, y dice que República Dominicana posee un “sólido potencial solar en todo su territorio, con una irradiancia horizontal global promedio en el rango de 210 a 250 varios por metro cuadrado, comparable con el potencial del suroeste de los Estados Unidos y superior a otras áreas bien posicionadas, tal como la costa del mar Mediterráneo”.

Como dato, la funcionaria de la CDEEE cita en su trabajo que los tres proyectos a operar en la primera mitad del año 2016 (dos de los cuales ya fueron inaugurados) aportarán al mercado 110 megavatios.

Anuncia, asimismo, que la agenda contempla nueve proyectos adicionales, del 2016 al 2018, de los cuales cinco son de energía eólica y cuatro de energía solar fotovoltaica. Estima, asimismo, que esos nuevos proyectos incrementarán la participación de las fuentes renovables en la matriz de generación entre un 15 y 17 por ciento, considerando el aporte de la generación hidroeléctrica. l

Grullón cita impacto del cambio en área climática

Con la implementación de proyectos energéticos utilizando el viento, el sol y la biomasa, el país está incrementando el aporte de las energías renovables a la matriz energética nacional, con miras a reducir el consumo de combustibles fósiles y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, principales causantes del calentamiento global.

La capacidad instalada de energías renovables es de 195 megavatios, afirmó el encargado del departamento técnico del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, Federico Grullón, en una disertación en el Foro Global de Metano que se realizó del 29 al 30 de marzo en Washington. Allí dijo que como parte de la política nacional Cambio Climático y de diversificación de la matriz energética, el país cuenta con una capacidad instalada de generación renovable, excluyendo las hidroeléctricas, que asciende a 195 megavatios.

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