“Si bien es cierto que la reina nacional de belleza de cualquier país, se involucra con todo lo que tiene que ver con el mundo de la moda y la belleza, un certamen de este tipo tiene una misión distinta que es dar a conocer el país de origen en otros lugares del mundo y trabajar para ayudar sin importar género, edad o situación de las personas”, así se expresa Sal García, de 23 años de edad, ganadora, del Miss República Dominicana Universo 20016, representante de Maimón, municipio de la provincia Monseñor Nouel.
La beldad dominicana de 5 pies 9 pulgadas de estatura, 120 libras, medidas de 32 -35 023 y de hablar pausado, siempre ha estado involucrada en el mundo de la moda y la belleza, pues desde el 2009 es una de las top models del país, quien ha modelado para diseñadores de la talla de Prada, Gucci, Elie Saab, Oscar de la Renta, Carolina Herrera y Salvatore Ferragamo, entre otros.
Hija de un agricultor y una ama de casa, Sal no esconde sus orígenes ni reniega de su gente, a quienes agradece la corona que hoy ostenta con orgullo; y a la que pretende poner al lado otra más, pues trabajará para ser la próxima Miss Universo.
Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa), y de Locución en la Escuela Nacional de Locución Otto Rivera, Sal tiene claro adónde quiere llegar. Ahora se prepara para dar un salto más en su carrera: representar a su país en el concurso de belleza más importante.
¿Cómo te comprometes para ser la representante de la belleza y de la mujer dominicana?
Mi reto ahora, como nueva embajadora de la República Dominicana, es dar a conocer más nuestro país, ser una porta- voz de las problemáticas que nos afectan; pero sobre todo, colaborar para buscar las soluciones más viables. Por eso, una de mis metas es crear una fundación en mi pueblo Maimón, para apoyar a las personas necesitadas en cualquier ámbito y a esos jóvenes que están llenos de talento pero que no cuentan con el apoyo que necesitan para avanzar.
El cambio de top model a miss, ¿ha sido difícil para ti?
Un poco. Lo más difícil ha sido sonreír. Las tops models son más rígidas, no tienden a sonreír como las misses a menos que se lo pidan. Ese ha sido mi mayor reto, pero aprenderé con mucho gusto porque sonreír es el mejor atuendo que una persona puede llevar.
Un salto de Maimón a top model, a grandes pasarelas del mundo, luego a miss… ¿te queda pequeño tu pueblo?
¡Nooo!. Amo a mi pueblo. Todo se ha transformado, pero ha sido positivo. La gente me apoyó mucho para ganar esta corona. Por eso, trabajaré para aportar algo a la tierra que me vio nacer.
Te encaminas al nivel top del mundo de la belleza: el Miss Universo…¿qué más persigues?
Mis proyecto, por supuesto, es traerles una corona, pero además me gusta la actuación y el canto, no soy buena en ello, pero todo se aprende. Así como logré este reto lograré otros que me proponga. Pero, mi principal sueño es ser portavoz de la educación, pues la educación es la llave que abre todas las puertas, sin importa cuál sea.
Sandro Guzmán, ¿qué te dice ese nombre?
En Ossygeno Models Management, agencia propiedad de Sandro, aprendí todo lo que soy. Lo adoro, le tengo lealtad, aprecio… Es el ángel que Dios me mandó. Ha sido quien me ha dicho “no” en el momento adecuado, y quien me ha dicho ¡lánzate! que es el momento. Él ha llevado mi carrera a lo más alto.
Cuerpo de Top, más no de Miss. ¿Cómo te prepararás?
Jajaja… Bueno, ahora tendré que hacer mucho ejercicio. Como poco, pero de todo..no me limito. Pero de ahora en adelante mis cuidados se extremarán. No me he hecho cirugías, no estoy en contra, pero si tengo que someterme a ellas, bienvenidas sean.
¿Qué le aconsejas a las tantas jovencitas que quisieran llegar a ser como tú?, sobre todo en un mundo “tan difícil” como el de la belleza.
Que luchen, que tengan disciplina, que confíen en ellas mismas y que lo hagan con amor, pues lo que no se hace con amor no perdura y no se alcanzará la meta. Otro consejo es que no vean este concurso como una plataforma solo para darse a conocer.
¿Tu corazón está ocupado? ¿Estás enamorada?
Está lleno del amor de mi familia, de mis amigos y de mi trabajo. Lo demás llegará luego con Dios mediante. Ahora lo que me toca es trabajar más duro.
