La resincronización cardíaca, otra forma de sanar el corazón

La insuficiencia cardíaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo.

La insuficiencia cardíaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo. El corazón puede fallar debido a un problema propio o porque su capacidad de reacción no alcanza a satisfacer lo que el organismo le demanda.

Según la Asociación Americana del Corazón, las personas mayores de 40 años de edad tienen una probabilidad de 1 en 5 de tener insuficiencia cardíaca en algún momento de su vida. Esto se debe a que en la actualidad, las personas viven más y sobreviven a otros problemas médicos, tales como los ataques cardíacos, que aumentan el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.

La insuficiencia cardíaca no es sólo un problema médico, sino que se ha convertido en un problema de salud pública, debido a su elevado coste. Su tratamiento consume entre el 1,2 y el 2% del gasto sanitario total en países industrializados. A esto se añade su mal pronóstico, dado que tiene unas tasas de mortalidad cercanas al 50% a los 3-5 años de aparecer, muy parecidas o incluso peores que las de algunos tipos de cáncer.

De acuerdo al cardiólogo Frank Valdez Báez, jefe del departamento de Electrofisiología del Instituto Dominicano de Cardiología, la insuficiencia cardíaca es generalmente un proceso lento que empeora con el tiempo y es posible no tener síntomas durante muchos años. Esta lenta manifestación y progresión se debe a los esfuerzos del corazón por compensar su debilitamiento gradual y lo hace aumentando de tamaño y esforzándose por bombear más rápidamente para que circule más sangre por el cuerpo.

A medida que la insuficiencia cardíaca empeora, el corazón se debilita y comienzan a manifestarse síntomas como dificultad respiratoria al permanecer acostado, cansancio, debilidad e incapacidad para realizar actividades físicas; aumento de peso debido al exceso de líquido, dolor en el pecho, falta de apetito o indigestión, venas hinchadas en el cuello, piel fría y húmeda, pulso rápido o irregular, agitación, confusión, falta de concentración y problemas de la memoria.

Valdez Báez sostiene que existen diversos tratamientos que ayudan a reducir el esfuerzo del corazón, entre ellos, los cambios en el estilo de vida, los medicamentos, las intervenciones coronarias percutáneas (que se conocen también como intervenciones transcatéter) y la cirugía. Cambios en el estilo de vida incluyen: Si fuma, deje de hacerlo, aprenda a controlar la presión sanguínea, los niveles de colesterol y la diabetes. Siga una dieta moderada, baja en calorías, grasas saturadas y sal, limite su consumo de alcohol y su consumo de líquidos; pésese todos los días para poder detectar una acumulación de líquido; comience un programa de ejercicios aeróbicos aprobado por el médico, realícese un estudio de detección de la apnea obstructiva del sueño (AOS), si sospecha que la padece. En los pacientes con insuficiencia cardíaca, la AOS puede agravar la enfermedad debido al esfuerzo al que se ve expuesto el corazón durante el sueño.

“La mejor manera de prevenir la insuficiencia cardíaca es practicar hábitos de vida sana que reduzcan las probabilidades de padecer una enfermedad del corazón. También es importante averiguar si uno tiene algún factor de riesgo que contribuya a la insuficiencia cardíaca, tales como la hipertensión arterial y enfermedad arterial coronaria”, dice el galeno.

Tratamiento

Muchos pacientes que sufren insuficiencia cardíaca pueden recibir tratamiento con buenos resultados y seguir llevando una vida plena y productiva.

“La terapia de resincronización cardíaca (TRC) es una forma de tratar la insuficiencia cardíaca con un dispositivo implantable similar a un marcapasos. Este aparato envía diminutos impulsos eléctricos a los dos ventrículos (cámaras inferiores) del corazón para lograr que vuelvan a latir juntos y de forma más sincronizada. Así, mejora la capacidad del corazón para bombear sangre y oxígeno al cuerpo”, comenta el especialista.

Existen sistemas simples que sólo aportan una terapia de resincronización cardíaca. También hay otros combinados que proporcionan una terapia de las arritmias ventriculares, de forma similar a un desfibrilador implantable.

Se ha demostrado que la TRC, junto con un programa de tratamiento completo, mejora la calidad de vida de muchos pacientes, reduciendo los síntomas de insuficiencia cardíaca, aumentando la capacidad de esfuerzo y permitiendo reanudar muchas actividades cotidianas. No sustituye al tratamiento farmacológico y se recomienda a quienes opten por recibirla que sigan tomando la medicación recetada por su médico.

Valdez Báez dice que son buenos candidatos para la TRC los pacientes en los que los dos ventrículos (derecho e izquierdo) no se contraen al mismo tiempo. Suelen ser personas que padecen insuficiencia cardíaca durante años y en los que el corazón se ha dilatado de forma importante. En ellos, el músculo cardíaco está ya sometido a un sobre-esfuerzo muy importante y el hecho de que vuelva a contraerse de forma coordinada supone una mejoría importante en su funcionamiento. Existen varios dispositivos de resincronización cardiaca. Su médico determinará cuál es el adecuado para usted en función de su historia clínica y de si corre riesgo de sufrir arritmias ventriculares. En ensayos clínicos se ha demostrado que, en determinados pacientes, la terapia de resincronización cardíaca mejora la capacidad de esfuerzo y de realizar otras actividades físicas, la calidad de vida y la clase funcional (un sistema que gradúa su capacidad de hacer ejercicio entre la I -la máxima- y la IV -la mínima-. La implantación de este dispositivo es un procedimiento médico habitual. Se coloca bajo la piel del tórax y se conecta a tres derivaciones (cables blandos aislados) que se insertan en el corazón a través de las venas. Recibirá un medicamento para que se encuentre adormecido y cómodo durante el procedimiento. Después de la intervención, verá un pequeño bulto en la piel que cubre al dispositivo, pero los cables son muy delgados e invisibles. Normalmente, pasará una noche en el hospital y recibirá instrucciones para su domicilio. Puede que durante un período corto el movimiento del brazo más cercano al dispositivo esté restringido.

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