El pasado viernes el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo les mató las esperanzas a los servidores públicos menos calificados: Dijo que en el Presupuesto de 2017 no se contempla ningún ajuste salarial.Es lo que se llama una mala noticia. El ministro Isidoro Santana parece copiar el estilo claro y directo, contundente, a veces impolítico de su antecesor, que se caracteriza por decir verdades que no siempre se escuchan en voces de funcionarios del Estado.
El tema salarial en la administración del Estado, y en general, es una preocupación para todos. Para el ministro de Economía “un dolor de cabeza”.
Tampoco es extraño al presidente de la República. Danilo Medina en más de una ocasión ha reconocido los bajos niveles salariales en el país. Hay un montón de tesis acerca de su efecto en las familias y en la economía.
Pero no deja de sorprender que el ministro de Economía tan tempranamente haya descartado un ajuste salarial. Obviamente, habla de los servidores menos calificados, porque existen profesionales como los maestros, que suelen ser favorecidos con mejoras, y ahora están en la agenda mejorías para los médicos y otros profesionales de la salud. Otros servidores del Estado igual son muy bien pagados.
La cuestión reside en los empleados de más bajos ingresos, precisamente las personas menos favorecidas. El ministro reconoce que los salarios recibidos por esas personas son “extremadamente bajos”, pero que “al ser tantos, cualquier pequeña variación afecta cuantitativamente el Presupuesto en magnitudes que normalmente el sistema tributario dominicano no está en condiciones de afrontar”.
Esas declaraciones encierran verdades. Una de ella la alta nómina pública no calificada, y las implicaciones no manifiestas que conlleva.
Lo peor de todo es el estado de indefensión de esos servidores. Están totalmente desprotegidos. No tienen ni siquiera la sombrilla de la Ley No. 41-08 de Función Pública que les prohíbe asociarse o federarse para reclamar derechos reivindicativos. Tampoco tienen los medios para ingresar a la carrera administrativa.
Son los parias del Gobierno. No encuentran ni siquiera la solidaridad de sus congéneres que dirigen el movimiento sindical dominicano. Pena por los servidores públicos de más bajos ingresos.
