Después de un largo peregrinaje por un camino lleno de obstáculos, amenazas, en el que estuvieron de por medio los grandes intereses de los países súper desarrollados, se firmó el Acuerdo sobre el Cambio Climático en París, lo que fue motivo de satisfacción general.La inmensa mayoría de países, por no decir la totalidad, se mostraron sensibles a la necesidad de suscribirlo después de tantas postergaciones protagonizadas por los dos gigantes económicos de esta hora, Estados Unidos, y China, los principales contaminantes que definitivamente entendieron que la Tierra no podía continuar como va.
Y vino el compromiso de alcanzar un enfriamiento del planeta debajo de dos grados. En el ínterin, países de desarrollo medio, moderado y pobres, tratan de alcanzar metas de mejoría de la calidad de vida de sus pobladores. Alcanzarlo no es tan fácil mediante prácticas no agresivas al medioambiente, como implantar tecnologías para la generación de energía limpia o prácticas productivas que disminuyan radicalmente la emisión de gases contaminantes.
¡Cuesta muy caro!
Que EEUU, China y la Unión Europea anuncien la entrada en vigencia del Acuerdo París es magnífico. Países como República Dominicana y muchos más tienen hasta el 2020 para hacerlo, pero desde hace tiempo avanzan en sus políticas para la disminución de emisión de gases de efecto invernadero.
En el camino es necesario llenar las necesidades energéticas de un país con fuertes déficits y altos costos de generación. Se critica la inversión en las plantas de Punta Catalina, a base de carbón mineral. Pero se trata de una opción para el avance rápido hacia la sostenibilidad del sistema eléctrico nacional, al margen de que es un proyecto regulado por normas racionales técnicamente aceptables de respeto al medioambiente.
No debe olvidarse que el país impulsa parques de generación en base a gas natural, energía eólica y solar. De modo que existe una preocupación por la preservación de la Tierra.
Hay que esperar que República Dominicana y otros países avancen en la búsqueda de su sostenibilidad energética, y trabajen para mejorar el equilibrio ambiental, la conservación de los bosques, campos acuáticos y las especies.