“La política es la ciencia más noble, después de la filosofía”.La frase nos la dejó el patricio Juan Pablo Duarte, fundador de República Dominicana y quien debe encabezar al selecto grupo que conforman los hombres más puros que han nacido en esta tierra bendecida.

Además de lo certero que fue Duarte al llamar a la política de esa forma, yo le doy -como agregado- otro bautismo: La política también es un arte…y sus practicantes deben ser “buenos artistas” y trabajar a favor de las grandes mayorías.

Cuando escucho decir que “la política es muy sucia”. O que “yo no soy político”, de inmediato reacciono y rebato tan estúpidas opiniones.

Si un dirigente político dominicano no actúa en consonancia con un liderazgo real y que las masas lo avalen como tal, entonces la política -como ciencia o arte- no tiene que ser sindicada como “qué sucia es la política”.

Un calificativo de esa índole habría que endilgárselo al dirigente político que no asimile las enseñanzas aportadas -a través de sus libros y cátedras- por los maestros de la ciencia política.

Aprovecho para citar al veterano periodista y abogado Luis Fernández, quien tiene un objetivo concepto de la política y del dirigente político dominicano. Su mensaje fortalece este artículo.

Expone mi amigo y colega Luis Fernández: “Si vas a ser el político que te puedan recordar, tendrás que amar y cultivar la tierra…amar los ríos, la piedad y el mar.
Alejarte del robo, el crimen, el dolor y la maldad. Si vas a ser político, tendrás que hilar muy fino, dejar al sinvergüenza y al mal consejero atrás para imponer criterios e ideales hasta cuasi divinos que no ensucien tu marcha hacia el sinuoso pedestal”.

Cito también al excelente presidente de Estados Unidos Barack Obama, quien en su discurso de despedida del poder -con una estancia de ocho años- proclamó: “La política es una batalla de ideas. Así diseño nuestra democracia”.

Lo que he visto en muchos políticos dominicanos es su constante prédica demagógica y casi nunca comprenden lo que es Estado y el liderazgo… ¡y por eso muchas veces fracasan en sus proyectos!

El Estado es la forma de organización política, dotada de poder soberano e independiente.

Nuestros dirigentes políticos deben actuar con un liderazgo acorde con estos tiempos. No practicar la demagogia… ¡y conocer a la política como ciencia!

Posted in Columnas, Edición ImpresaEtiquetas

Las Más leídas