Puerto Plata. Las labores de rescate han resultado infructuosas en la búsqueda de los cuerpos de una mujer y un acompañante, arrastrados junto a su vehículo por la crecida de una cañada. Los fuertes aguaceros que se registran en la zona desde el pasado miércoles han afectado además a unas 220 familias, cuyas viviendas resultaron anegadas por las aguas y el lodo, mientras brigadas del Ministerio de Obras Públicas se integraron a las labores de limpieza en los barrios más afectados.
En tanto que los deslizamientos de tierra en la carretera Navarrete-Puerto Plata provocaron la tarde de ayer un largo taponamiento, mientras en el trayecto Puerto Plata- Sosúa también se registraron varios derrumbes.
Los organismos de socorro identificaron como Micaela Albania Carrera Marte, de 40 años, y Carlos Eduardo Salazar Sosa de 19, como las personas que la tarde del miércoles fueron arrastrados por la crecida de la cañada del sector Los Limones cuando intentaban cruzar hacia la ciudad de Puerto Plata en la comunidad Los Domínguez.
Carrera Marte, nativa de Santiago y madre de tres hijos, residía en la comunidad Choco de Sosúa y conducía la yipeta marca Hyundai Tucson propiedad de su esposo el ciudadano alemán Patrick Knoerzer.
A la búsqueda se integraron cuerpos de rescate de la unidad SAR de la base aérea de Puerto Plata, así como de los organismos de socorro de ese municipio.
En el barrio Nuevo Renacer, donde desemboca el río San Marcos, cuyas aguas van a parar al océano Atlántico, Luisa Sosa y Arelis Sosa, abuela y madre de Carlos Eduardo Salazar Sosa, lloraban desconsoladamente, debido a las dificultades para tratar de rescatar los cuerpos. Varios primos de Salazar Sosa se sumaron a las labores de búsqueda.
Una de las versiones establece que al ver caer el vehículo a la cañada, y notar que la crecida arrastraba con Micaela Albania Carrera Marte, quien manejaba, Carlos Eduardo se negó a ser ayudado por las personas de la comunidad y soltó una soga para continuar el rastro de su amiga. Sin embargo, a los pocos minutos, también su rastro desapareció de la vista de los que intentaban ayudarlos.
Familias desplazadas
En las comunidades ubicadas a orillas del río San Marcos, decenas de familias siguen afectadas por el lodo. Patricia Cortés, que en noviembre del año pasado vio perder parte de sus ajuares, ahora volvió a sufrir las inclemencias de las lluvias.
“Mis cuatro hijos están durmiendo en una sola cama y lo único que recibí del Gobierno fue una sola fundita de comida”, expresó Patricia Cortés.
De su lado, Brígida Vargas dijo que tienen que dormir en un viejo colchón y mojado, debido a que la crecida del río San Marcos anegó su casa.
Aeropuerto Gregorio Luperón
En la terminal aérea ubicada en Sosúa, a pesar de que las operaciones volvieron a la normalidad, algunos equipos de limpieza trabajaban quitando el lodo arrastrado por una cañada hasta la zona de aviación general. El pasado miércoles el aeropuerto quedó prácticamente anegado por las aguas.
