Venezuela confisca bienes de General Motor

DETROIT (AP) — General Motors se convirtió en la más reciente corporación estadounidense a la que el gobierno de Venezuela le confisca una fábrica y otros bienes, mientras la automotriz de Detroit enfrenta una situación cuesta arriba para recuperar

DETROIT (AP) — General Motors se convirtió en la más reciente corporación estadounidense a la que el gobierno de Venezuela le confisca una fábrica y otros bienes, mientras la automotriz de Detroit enfrenta una situación cuesta arriba para recuperarse de los daños.

GM informó el jueves que su única planta en Venezuela fue confiscada el miércoles mientras manifestantes que protestan contra el gobierno se enfrentaban con las autoridades en un país repleto de problemas económicos como la escasez de alimentos e inflación de tres dígitos.

El fabricante de automóviles dijo en un comunicado que otros activos —como los vehículos— fueron retirados de la planta, causándole daño irreparable.

Esta es la última de muchas confiscaciones de fábricas y otros bienes que realiza el gobierno, que han sido elementos básicos de la llamada revolución socialista en Venezuela y que el fallecido líder Hugo Chávez echó a andar hace unas dos décadas.

Actualmente, más de 25 empresas están peleando con Venezuela ante un panel de arbitraje patrocinado por el Banco Mundial por decomisos ilegales de bienes.

En marzo, un panel de arbitraje del BM determinó que Venezuela no tenía que pagar 1,400 millones de dólares a Exxon Mobil Corp. por confiscar bienes de la empresa durante una ola de nacionalizaciones.

La fabricación de autos en Venezuela casi se ha detenido debido a la crisis. El gobierno, carente de efectivo, ha dejado a las automotrices sin acceso a los dólares que necesitan para importar refacciones y repatriar ganancias. La fábrica de GM en la ciudad industrial de Valencia no ha fabricado un solo auto desde el 2015. A nivel nacional, las armadoras solo ensamblaron 2.849 vehículos el año pasado, en comparación con el récord de 172.218 en el 2007.

Pese al panorama sombrío de Venezuela, muchas automotrices han decidido quedarse en el país y evitar el paso drástico de cerrar sus operaciones para evitar perder participación en el mercado, en caso de que la economía mejore drásticamente o un gobierno más amigable al comercio llegue al poder.

GM tiene alrededor de 2.700 trabajadores en Venezuela, donde ha sido líder del mercado por más de 35 años.

La empresa tiene 79 concesionarios que emplean a 3.900 personas y sus abastecedores de refacciones integran más de la mitad del mercado de autopartes de Venezuela, según la compañía.

El gobierno venezolano no tuvo comentarios sobre la fábrica de GM.

En julio del año pasado, el gobierno tomó control de una fábrica de Kimberly-Clark Corp. luego que la gran empresa estadounidense dijo que la falta de materiales en el país en crisis le hacía imposible producir productos. El presidente Nicolás Maduro acusó a Kimberly-Clark de participar en un complot internacional para dañar la economía de Venezuela.

Kimberly-Clark se sumó así a Bridgestone, General Mills, Procter & Gamble, Ford Motor Co. y otras corporaciones multinacionales que redujeron operaciones en Venezuela. Ford suspendió operaciones en su planta de Valencia en diciembre debido a ventas bajas. Toyota dijo que su única fábrica en Cumana sigue operando normalmente.

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