La Unidad Ejecutora para La Nueva Barquita y Entornos (Urbe)afirmó que las normas que rigen en este proyecto habitacional fueron concertadas con la comunidad y firmadas por un representante de cada familia durante 2 años.
Precisó que como parte integral del proyecto se desarrolló un proceso de formación de los residentes en la zona de riesgo de La Barquita de Los Mina en Santo Domingo Este.
“La gente de La Barquita de Los Mina fueron quienes establecieron qué querían ver y no ver en La Nueva Barquita, a partir de las necesidades y situaciones que vivían en su sector. Estando de acuerdo, se produce y se firma un contrato y reglas de condominio”, explica la entidad en un comunicado.
En respuesta a un reportaje publicado el día 13 del presente mes en este medio titulado “En La Barquita se regula desde el volumen de voz hasta el tiempo de visita”, Urbe precisó que el problema de los proyectos similares a La Nueva Barquita ha sido la discontinuidad en la administración de los mismos.
En ese orden sostuvo que se diseñó una estructura de gestión territorial comunitaria que garantice los bienes e infraestructuras así como el ambiente adecuado para la reinserción social de la nueva población y la comunidad vecina existente. Agregó que para lograr dicho propósito se creó un patronato mediante decreto, con la responsabilidad de administrar y gestionar las infraestructuras construidas a fin de garantizar su sostenibilidad física, social y económica del proyecto.
“Los ciudadanos de La Nueva Barquita confiaron en el Estado dominicano de que se les iba dar una oportunidad de vida, donde habrían condiciones para vivir tranquilos y seguros. Los ciudadanos de La Nueva Barquita son una nueva comunidad en un nuevo territorio”, destaca.
