El martes 13 y su “mala suerte”

A propósito del pasado martes, 13, día de San Antonio acorde con el Santoral Católico y mi cumpleaños 73, para más señas, coinciden el número al que se le atribuye mala suerte y el día de la semana en que “ni te cases ni te embarques, ni…

A propósito del pasado martes, 13, día de San Antonio acorde con el Santoral Católico y mi cumpleaños 73, para más señas, coinciden el número al que se le atribuye mala suerte y el día de la semana en que “ni te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”, del refranero castellano. Para los latinos: martes 13 y para los sajones viernes 13, manteniendo el número y variando el día, del mismo supuesto efecto. Por su parte los italianos consideran de poca suerte el viernes 17. Esto tiene sus raíces miles de años atrás, cuando los romanos dividían los días entre “nefastos y postreros” que era en los que el pretor (magistrado o juez) administraba justicia. Los investigadores no coinciden en cuanto a su origen; si fue con las derrotas del rey Jaime el Conquistador o del rey de Aragón Alfonso el Batallador, vencidos en sendas batallas, un martes trece. El martes según los turcos y el jueves según los griegos, son días en los que no se debe emprender camino, ni iniciar negocios, so pena de caer bajo las cábalas ancestrales. El asunto es que los egipcios consideraban el martes de mal agüero y por su parte los romanos lo dedicaban al Dios de la Guerra, ser pendenciero que gustaba de animales carroñeros, al que su padre Júpiter consideraba el más odioso ente. El día martes está regido por el planeta rojo, que en la Edad Media llamaban “el pequeño maléfico” y que significa voluntad, energía, tensión y agresividad, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Por otra parte, el 13 “rompe el equilibrio perfecto del 12 de los dioses, a más de representar el convidado décimo tercero de la Última Cena cristiana, refiriéndose a Judas el traidor”. Constantinopla, capital romana de Oriente, cae un martes de mayo del 1453, y según algunos historiadores, marcó el fin de la Edad Media en Europa y el fin del último vestigio del Imperio romano de Oriente.

La Cábala, disciplina y escuela esotérica, relacionada con los esenios y el Judaísmo, analiza aspectos profundos de la Torá, libro sagrado de los judíos, al que los cristianos llaman Pentateuco, y que representa los primeros cinco libros de la Biblia, menciona 13 espíritus malignos, de la misma manera que unas leyendas nórdicas; en el Apocalipsis, su capítulo 13 lo dedica al Anticristo y a la Bestia. También una leyenda escandinava cuenta que, en una cena de dioses en el Valhala (salón de los caídos), el espíritu del mal, Loki, era el 13º invitado. En el Tarot, este número hace referencia a la muerte y a la desgracia eterna y para otra vida. Hoy el asunto llega en que en muchos lugares los aviones no tienen fila marcada con el número 13 y en los edificios se evita señalarlos. No existe comprobación científica alguna de este mito. La fobia a este día se llama “Trezidavomartiofobia”. Si el número 13 ha resultado de “mala suerte” para algunos, pocos gatos “barcinos” tienen más suerte que yo, que nací un martes 13.

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