Pujols
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Mariano Lantigua, Fausto de Jesús Reynoso y Nelson Martínez hablan del desarrollo de Albert en esos sectores

Mariano Lantigua aún recuerda los momentos de travesuras que vivió junto a Albert Pujols en el sector Buena Vista Primera de Villa Mella. Pero lo que nunca se imaginó que el niño risueño que llegó a ese sector a los cuatro años se convertiría en uno de los mejores jugadores de las Grandes Ligas.

“Pujols era un niño inquieto. Fue carpetoso. Era de los niños que hasta que no veía que el otro se incomodara no te dejaba quieto. Entonces era ahí cuando uno reaccionaba y le caía atrás”, relata Lantigua de su infancia junto a Pujols.

Emocionado por la intachable carrera que ha logrado el nuevo integrante del club de jugadores con al menos 3,000 hits en las Grandes Ligas, Mariano disfruta de las conquistas alcanzadas por su amigo de infancia.

“Es una sorpresa que uno de los niños del barrio llegara tan lejos como él. Aún estando en la cima del béisbol de las Grandes Ligas, no se olvida de sus amigos, del sector. Se ha aparecido de sorpresa en la casa de mi mamá. Es un tipo chévere, siempre está atento a mi carrera en la música”, sostiene el líder de la agrupación de rock Aljadaqui, quien espera que Albert sea inducido al Salón de la Fama de Cooperstown en su primer intento.

Es en la liga Los Cerros de Buena Vista Primera donde Pujols da sus inicios en la pelota. Mariano recuerda que para ese entonces (mediados de los 90) Albert practicaba junto a su hermano Wilkin Pujols, quien no trascendió debido a una lesión que lo sacó de juego.

“Su hermano (Wilkin) era la estrella. Era su ídolo. Hasta los guantes le cargaba. En esa misma liga han jugado Neifi Pérez, Francisco Cabrera, Starling Marte y un grupo de prospectos que hoy se encuentran en las Menores. Cuando se mencione a los diez mejores peloteros en las Grandes Ligas, Pujols debe estar ahí”, sostuvo Lantigua, de los poco amigos que lo llama por el mote de “Chabeto”.

De Villa Mella para Los Trinitarios

Ya convertido en un adolescente, se muda al sector Juan Pablo Duarte junto a un tío. Es allí que obtiene información de la Liga Los Trinitarios, propiedad de Fausto de Jesús Reynoso.

“Cuando estaba de vacaciones, un tío lo traía a la liga. El potencial que él tenía era grande. Y la historia lo ha demostrado. Él quería ser un pelotero de mucho éxito y lo logró gracias a su entrega. Era muy dedicado en lo que le gustaba y hoy el éxito le sigue dando sus frutos”, manifestó De Jesús Reynoso, quien entrenaba a Pujols en la liga con sede en el club Los Trinitarios, ubicado en la Charles de Gaulle. “Nunca se apartó de los estudios. No bien llegaba a su casa desde el colegio, cuando salía para la liga hasta las ocho o nueve de la noche junto a sus amigos René y Ambiorix”, agrega.

Para Nelson Martínez, residente en Los Trinitarios, la presencia de Pujols en el sector es muy bien recibida, en especial por los niños y jóvenes. “Cuando visita el barrio se comporta como un niño, niño en el sentido que comparte con todo el mundo. No hay distinción. Eso es lo más grande que él tiene”, indicó Martínez.

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