Miriam Cruz pidió a los productores del Festival Brugal del Merengue Santo Domingo que movieran su turno para una hora más temprano, durante la primera jornada del evento que se llevó a cabo el pasado viernes en la Plaza Juan Barón del Malecón.
La solicitud de la ex vocalista de Las Chicas del Can vino a cuenta de la popularidad que ha ganado en los últimos meses, gracias al hit “Cosas de él”. Y esa noche del viernes, Miriam Cruz fue una de las más aplaudidas, seguida de una Milly Quezada que sigue siendo La Reina del Merengue.
La Plaza Juan Barón recibió el viernes, el sábado y el domingo tres jornadas de lujo con una buena muestra del buen merengue que se está produciendo en estos tiempos, un evento producido por Amable Valenzuela, con la selección de orquestas que gozan de una buena aceptación de la gente.
El contrapeso para el merengue tradicional estuvo a cargo del perico ripiao, con una representación inmejorable, de Francisco Ulloa y Fefita la Grande poniendo en alto la bandera musical de la región del Cibao, con un sonido impecable y músicos que han sacado la esencia del ritmo para beneplácito de los melómanos exigentes.
Lo mismo sucedió con Banda Libre el domingo en la noche. Es una orquesta integrada por músicos veteranos que, junto a Banda Real, le han dado al típico categoría de orquestas bailables con una propuesta depurada y excelentes arreglos.
Más tiempo, debido a que fue una orquesta que amasó un repertorio de lujo en los 80, requería la participación de Aníbal Bravo, quien en la noche del viernes estuvo acompañado de Ileana Reynoso, Bobby Rafael y Félix Cumbé, tres artistas que durante un buen tiempo estuvieron liderados por El Comandante. Bravo apenas pudo cantar seis merengues de los tantos que popularizó en su carrera. A él se le dedicó uno de los dos homenajes que el Ministerio de Turismo y Brugal entregaron en la edición de este año del festival.
Fernandito Villalona sigue siendo El Mayimbe, y escribir aquí lo que pasó la noche del sábado durante su participación, sería llover sobre mojado. Con sus éxitos de siempre, Villalona cerró la segunda jornada dejando a la gente con el deseo de seguir bailando en la calle, bailando en el VIP, bailando donde quiera que se apostó el público durante el festival.
Lo mismo ocurrió con Dioni Fernández y El Equipo. El domingo, franqueado por Sergio Vargas, Diómedes Núñez, Charlie Rodríguez y Pablito Martínez, Dioni tuvo un momento memorable, respaldado por una orquesta impecable (esa que Sergio ha calificado como la Filarmónica de Villa Altagracia), y el tiempo resultó brevísimo para amenizar a quienes pedían más y más de esos merengues clásicos que no pierden vigencia en el cancionero popular.
“Los diseñadores”, “Loco, loco”, “Pum me hace el corazón”, “Caribe” y “Cógelo león” fueron una muestra que dejó demostrada la necesidad de reunir a este quinteto “todos estrellas” para armar noches bailables en cualquier discoteca. (Antonio Espaillat puede animarse y reunir a El Equipo en el Jet Set).
Luego que Dioni Fernández concluyera su participación (que incluyó el segundo homenaje de los productores del evento en esta edición), quedó en el escenario Sergio Vargas, para despacharse con los merengues –de antes y de hoy– que le han reportado una popularidad incomparable.
El Negrito de Villa goza de un carisma, un respeto y una admiración digna de una trayectoria portentosa, alimentada con canciones románticas, bailables y composiciones redondas, como “La Pastillita” que le escribiera Peña Suazo.
Y el cierra estuvo reservado para Toño Rosario: el artista que sobresale entre la mayoría de los merengueros. Si Sergio Vargas tiene la Filarmónica de Villa, El Kuko toca respaldado por la Sinfónica de Santo Domingo.
El concurso de los merengues
No todos los merengueros participaron este año con temas inéditos: Milly Quezada, Rafely, Francisco Ulloa y Banda Libre fueron los únicos.
