El caos y la falta de higiene reinan en el Mercado Nuevo

Colocados en el suelo, en medio de aguas negras y desperdicios, se comercializa una parte de las frutas y vegetales que consumen los capitalinos.

Colocados en el suelo, en medio de aguas negras y desperdicios, se comercializa una parte de las frutas y vegetales que consumen los capitalinos.Evadiendo todos los controles de salubridad, el sobrepoblado Mercado Nuevo de la avenida Duarte ha ido extendiendo sus tentáculos hacia las vías adyacentes y ya alcanzó el paseo y el puente Reyes Católicos, donde los vendedores, en su mayoría haitianos, ofertan sus productos sin ningún tipo de inspección sanitaria.
El introducirse en la avenida de Los Mártires o las calles Juan Erazo y 38 es internarse en medio del caos y la arrabalización.

Triciclos, guaguas plataneras, motoristas, caballos carreteros y cientos de camiones cargados de los más variados productos luchan por abrirse paso entre la muchedumbre que hace vida en la plaza comercial.

Hombres cargados con sacos a cuestas, carretillas que van de un lado a otro, mujeres que preparan frituras y comidas, prestamistas, indigentes y limpiabotas, también se confunden en el contaminado entorno.

Supera con creces su capacidad

Inaugurado en 1973 para albergar a 800 vendedores, el principal centro de acopio de productos agropecuarios con el que cuenta la capital y hoteles de la región Este, ha superado su capacidad y, al día de hoy, su población supera las 20 mil personas, entre comerciantes, transportistas y chiriperos, según un censo de los comerciantes realizado en 2001.

Luis Taveras, presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Nuevo, considera que el hacinamiento que afecta la plaza de abastos es más que nada un problema de carácter social por su cercanía con los barrios de la zona norte azotados por la marginalidad y la pobreza.

“Mientras haya tanta gente desempleada agrupándose alrededor del mercado para buscarse la vida será difícil que se puedan ofertar productos higiénicos y saludables a la población, además de que no hay un interés real de los gobiernos de que la cosa se resuelva”.

Esto lo confirma don Ernesto, a quien todos conocen como “El Patrón”, quien se gana la vida vendiendo piñas en el parqueo del mercado. “Yo vendo aquí desde el 1961, ahora la cosa está mala pero uno se gana la comida por lo menos”, dice amablemente.

Limpieza deficiente

Otra de las causas de la arrabalización del mercado, que cita Luis Taveras, es la deficiente limpieza que realiza el personal del cabildo de la capital que apenas cuenta con 14 empleados. “La parte externa no tiene planificación para nada, no hay quien organice los comerciantes de afuera, por eso se llena de desperdicios y se acumula la basura que no se recoge al 100 por ciento”.

Ante esa situación, los comerciantes que tienen sus puestos fijos dentro del mercado dicen que han tenido que asumir la limpieza y la seguridad de sus locales, la cual estiman en más de RD$200 mil mensuales.

“El ADN no está haciendo gran cosa, redujeron el personal en un 30 por ciento porque cancelaron a 14 obreros, aunque se comprometieron con nosotros a reponerlos, eso no ha ocurrido”.

Los equipos de limpieza también son insuficientes, puesto que sólo cuentan con dos camiones y una pala mecánica.

Promesas

Pese a que durante los más de diez años de gestión de Roberto Salcedo se han anunciado varios proyectos con su consiguiente inversión económica tendentes al remozamiento de la estructura, los esfuerzos no han prosperado.

La última promesa del ejecutivo municipal fue en abril de 2010, durante la campaña electoral que buscaba su repostulación, cuando anunció la inversión de US$23 millones para la ampliación del mercado. A casi dos años, las cosas siguen igual.

Dentro de esos planes también figuraba la remodelación de la sección de Botánica del mercado, que fue consumida en su totalidad por un voraz incendio en 2008. “Ahí donde está usted parada instruyó el presidente Leonel Fernández a Félix Bautista y al síndico para la reconstrucción de esta área y mire cómo está todo, cuando llueve esto es un fango y todo se moja”, dice decepcionado Miguel Minaya, vicepresidente de la Unión de  Comerciantes, para agregar que “en realidad están jugando con nosotros, nos han tomado el pelo”.

El único plan que marcha, aunque a pasos lentos, es el ambicioso Merca Santo Domingo en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, que funcionará como mercado central de mayoristas para lo cual el Estado dominicano contrató US$69 millones para desarrollar el proyecto.

Al realizarse la mudanza hacia el Merca Santo Domingo, se pretende la remodelación de esta plaza comercial que se habilitará como mercado de minoristas y se logrará el desahogo de sus instalaciones.

No se sabe cuándo abre Merca Santo Domingo

Al realizar una visita a las instalaciones del Merca Santo Domingo a finales del año pasado y comprobar que la planta física está concluida en más de un 95 porciento, Luis Taveras dijo que aún no les han comunicado cuándo se haría el traslado de los comerciantes mayoristas. “El traslado conlleva un adiestramiento del personal del mercado, porque a los mayoristas y a todo el personal nos van a dar unos cursillos, para eso el Gobierno dispuso de medio millón de pesos pero todavía no nos han dicho nada de eso”.

Mientras tanto, muchos comerciantes consultados se muestran reacios al traslado por lo distante de su ubicación.

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