El sector eléctrico “enreda” pactos de RD con el FMI

El sector eléctrico se ha erigido como  el mayor problema estructural que afecta a la economía dominicana, y como el factor histórico que dificulta las relaciones con el Fondo Monetario Internacional.

El sector eléctrico se ha erigido como  el mayor problema estructural que afecta a la economía dominicana, y como el factor histórico que dificulta las relaciones con el Fondo Monetario Internacional.En dos de los tres acuerdos que el país ha firmado con el organismo internacional y que no han concluido íntegramente, el tema eléctrico ha sido el factor del desenlace imprevisto. De los diez acuerdos condicionales concertados con el FMI, sólo uno, el que concluye este mes dejando pendientes dos revisiones y el último desembolso, fue bajo la nueva orientación “flexible” del Fondo. Los anteriores fueron dentro del esquema tradicional de ajustes estructurales y condicionalidad.

La primera interrupción se produjo en el acuerdo tipo Facilidad Ampliada firmado en el 1983, el cual involucraba un financiamiento de US$404 millones, y condicionalidades como la creación del ahora conocido como ITBIS, que en su fase original no abarcaba los servicios y la tasa era de un 6%. Otros compromisos que asumió el Gobierno de entonces fueron disminuir la nómina pública, examinar las exenciones impositivas, controlar el gasto corriente, “ajustar los precios de la energía” y bajar el déficit del Inespre.

Ese acuerdo fue interrumpido o suspendido en mayo del 1984, tras los estallidos sociales que ocurrieron un mes antes, motivados por fuertes ajustes cambiarios, que incidieron en alzas en los precios internos. El tema eléctrico no incidió en la suspensión de ese acuerdo, pero era parte de los ajustes a ser aplicados.

Cambio de modelo

La interrupción de ese pacto fue compensada parcialmente por un pacto, denominado “Acuerdo Sombra”, que le permitía al Gobierno cierta flexibilidad para aplicar los ajustes escalonadamente, y preservar los beneficios de programas de ayuda de los Estados Unidos, como la Iniciativa Reagan para la Cuenca del Caribe, que fue la base para el desarrollo y consolidación del sector zonas francas. El segundo acuerdo en sufrir interrupción fue el tipo Stand by firmado en agosto del 2003, por un monto global de US$618 millones, pero el FMI apenas desembolsó US$120 millones.

No hubo más desembolso porque la readquisición por parte del Gobierno de las distribuidoras de electricidad Edesur y Edenorte, propiedad de la empresa española Unión Fenosa, provocó que el Gobierno incumpliera aspectos relativos a metas cuantitativas.Esa interrupción se prolongó por un año, y el nuevo acuerdo, también tipo Stand by, fue firmado en el 2005, y concluyó íntegramente en febrero del 2008.

El acuerdo del 2009, firmado por un plazo de 28 meses y un financiamiento de unos US$1,700 millones, se mantuvo en ejecución constante, hasta junio del año pasado, cuando se agotó el monto del subsidio eléctrico estimado por el Gobierno para todo el año. De un estimado original de US$350 millones, el subsidio subió a unos US$700 millones, lo que llevó a los negociadores del FMI a demandar un aumento de la tarifa eléctrica, a lo que el Gobierno se opuso, paralizando las revisiones séptima y octava del acuerdo e imposibilitando los últimos tramos de desembolsos, por unos US$500 millones.

El presidente Leonel Fernández en su discurso del 27 de febrero pasado dijo que de todas maneras, “hemos mantenido el diálogo abierto y las buenas relaciones con el FMI, como este mismo lo ha reconocido, siempre en búsqueda de alternativas que puedan ser factibles para ambas partes, en particular ahora que culmina la vigencia del Stand by que firmamos en octubre del 2009”.

Después de la precisión del mandatario dominicano, se asume que cualquier negociación nueva con el FMI, vendrá a partir del segundo semestre del año, con las autoridades que resulten electas en las elecciones del 20 de mayo.

Presidente explica causa del desacuerdo final

El lunes último, el presidente Leonel Fernández dijo que “en estos momentos, para nadie es un secreto que las conversaciones con el Fondo para las últimas dos revisiones del acuerdo, han estado afectadas por la posición de dicho organismo de incrementar en un monto importante la tarifa eléctrica”. “Ha sido nuestro deseo de conocer las dos revisiones faltantes, pero nada es más sagrado para nosotros que preservar la paz social del pueblo dominicano, y por tales motivos, nos hemos visto compelidos a señalarle al FMI que no habrá aumento de la tarifa eléctrica a los usuarios nacionales”, precisó.

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