Contrario a la contienda electoral del 2000 -cuando Margarita Cedeño no era su primera dama ni la aspirante a la Vicepresidencia de la República-, este año el presidente Leonel Fernández sí muestra una profunda integración al proyecto presidencial de Danilo Medina.
Las funciones que asume en el actual proceso van más allá de los deberes que les son propios como presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Ahora Fernández no es sólo el asesor general del Comando de Campaña del candidato oficialista, ni se limita a presidir actos como las alianzas del PLD con el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), el Partido Cívico Renovador (PCR), el Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), la Fuerza Nacional Progresista (FNP) y otras organizaciones minoritarias.
El autoproclamado “León” de la realidad política dominicana encabeza uno de los tres ejes de acción de la campaña de Medina.
Y desde este espacio propio y diferenciado realiza caravanas y eventos proselitistas en las distintas regiones del país. El activismo del 2012 lo comenzó en la primera semana de febrero, visitando su barrio natal, Villa Juana, y los sectores La Zurza y Villas Agrícolas, en el Distrito Nacional.
Siguió por los barrios Mendoza, Invivienda, Brisas del Edén, Villa Esfuerzo, Las Toronjas, Nuevo Renacer, El Almirante, Los Solares, La Caña y San Luis, en Santo Domingo Este.
Y ya va por las zonas más distantes de la región Norte. Montado en la capota de su yipeta, también ha recorrido calles y callejones de Santo Domingo Oeste, San Cristóbal y Barahona.
Aparte de esta participación directa, el presidente de la República agota una larga agenda de inauguraciones de obras estatales, en las que sus seguidores y funcionarios siempre lanzan las consignas de la campaña peledeísta, y hasta el anuncio de que él y sólo él será el candidato del PLD en el 2016.
“Esas obras tan grandes no puedo hacerlas, porque a partir de agosto quedaré desempleado. Pero tengo un amigo que ha asumido el compromiso de hacer lo que nunca se ha hecho, por lo que estoy seguro que le corresponderá esa petición a partir del 16 de agosto’’, dijo el sábado el mandatario a los pobladores de La Guáyiga, La Cuaba y Pantoja, quienes habían solicitado la construcción de un acueducto en Santo Domingo Oeste.
Una semana antes, el presidente Fernández andaba por las tierras de Puerto Plata, donde prometió un conjunto de obras valoradas en RD$3 mil millones.
Para diferenciarse de otros gobernantes que le precedieron, el Presidente y esposo de la candidata a la Vicepresidencia aclaró que en sus promesas estatales sólo se referirá a las obras que pueda entregar antes del 16 de agosto, fecha en que pretende pasar la “antorcha” del poder Ejecutivo a Danilo Medina, el mismo dirigente peledeísta que en el 2008, al final de una contienda interna, se declaró víctima de Leonel Fernández y su abuso de poder.
En todos los escenarios
El presidente de la República no desaprovecha escenarios al momento de promover la fórmula electoral Danilo-Margarita, de manera directa o indirecta.
Parte importante de su discurso de rendición de cuentas ante el Congreso Nacional, el pasado 27 de febrero, la dedicó a menoscabar la gestión gubernamental que el hoy candidato del PRD, Hipólito Mejía, presidió hace más de siete años.
Antes el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, había resaltado la importancia de su obra de gobierno, y la posibilidad de que regrese a comandar el Ejecutivo a partir de agosto del 2016. En el mismo escenario invitó a los legisladores y a sus funcionarios a un recorrido por la segunda línea del Metro de Santo Domingo.
Una vez montados en el famoso “tren del progreso”, los viajeros pudieron escuchar la voz de Margarita Cedeño de Fernández cuando decía que su querido esposo le había pasado el timón del medio de transporte y la “antorcha” de la carrera política.
El mandatario todavía utiliza alegorías parecidas en los actos oficiales de inauguración de obras y en sus recorridos por los sectores menos favorecidos de la nación.
La intensidad de su discurso proselitista ha provocado que más de un dominicano considere que en la actual campaña el candidato del PRD no se enfrenta a Danilo Medina y a su proyecto, sino al temido “León” del PLD. l
Intensa posición institucional
En el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la participación del presidente de la organización en la campaña electoral es completamente contraria a la del oficialista PLD.
Mientras el presidente Leonel Fernández recorre las diferentes provincias del país en respaldo a la candidatura de Danilo Medina y Margarita Cedeño de Fernández, Miguel Vargas Maldonado rehúsa romper las distancias que lo separan del proyecto presidencial de Hipólito Mejía.
Dice estar dedicado a las funciones institucionales que les son propias como presidente de la organización, pero ni siquiera se le ha visto encabezar los principales actos de alianza de Mejía, como sí lo ha hecho Fernández en diferentes ocasiones.
