La crisis que sacude actualmente al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) mantiene en bajo perfil a importantes dirigentes de esa organización, incluido el excandidato vicepresidencial, Luis Abinader, quienes han preferido mantener una postura prudente, aunque no necesariamente imparcial frente al pugilato que mantiene enfrentados a sus dos principales líderes, Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado.
Y mientras algunos optan por esta actitud, la tendencia encabezada por Hipólito insiste en defender las atribuciones que tiene el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para desoír la sentencia emitida por el Tribunal Superior Electoral (TSE), que revocó la convocatoria de este organismo de dirección.
Andrés Bautista, el designado presidente del PRD por el grupo de Mejía, asegura que las decisiones tomadas por el CEN alineado con Hipólito se efectuaron sobre la base de lo que contemplan los estatutos del partido y de la Constitución de la República.
Bautista y los afines de Hipólito Mejía se reunieron ayer en el Instituto José Francisco Peña Gómez, donde evaluaron los resultados de la reunión del CEN efectuada el pasado domingo, a contrapelo de la decisión del TSE y en la que se ratificó la suspensión de Miguel Vargas Maldonado como presidente del PRD.
El argumento que escuda la desobediencia de la facción de Hipólito al dictamen emitido por el TSE, es que la convocatoria y las decisiones asumidas por el CEN están apegadas a sus normas y no a las decisiones que exprese ese órgano constitucional. Alegan que no es competencia del TSE conocer medidas disciplinarias de alguna entidad política.
Luis, el ausente
La última vez que Luis Abinader dejó ver su rostro al país fue la noche del 22 de mayo, dos días después de las elecciones en que Hipólito Mejía fue derrotado por Danilo Medina. En esa ocasión, Abinader acompañó a Mejía en el discurso dirigido a la nación, donde reiteró que en esa contienda se impusieron los recursos del Estado y dejó claramente establecido que en lo adelante asumiría el liderazgo de la oposición perredeísta.
Durante el transcurso de la campaña, Abinader enarboló un discurso coherente y sosegado, con propuestas sobre asuntos puntuales, como el desempleo y la inseguridad ciudadana. Luego de conocido los resultados oficiales del proceso comicial, Abinader se mantuvo cerca de Hipólito. Después de que el excandidato presidencial le habló a la nación desde el hotel Jaragua, esa misma noche, Abinader dio algunas declaraciones donde reconoció a Hipólito como el nuevo líder del PRD.
Después de ese día, a Luis Abinader no se le ha visto en ninguna de las reuniones convocadas por las dos facciones partidarias rivalizadas por Hipólito y el presidente del PRD, Miguel Vargas . “Luis está fuera del país, porque luego de las elecciones tuvo que salir para resolver asuntos de negocios”, dijo un allegado del excandidato vicepresidencial.
Luego de las elecciones que han dejado irreconciliables secuelas entre los dos bandos enfrentados, la primera reunión de la Comisión Política del PRD fue organizada por el grupo de Mejía. En esta reunión, donde Miguel fue suspendido como presiente del PRD, no estuvo presente Abinader. Pero tampoco asistió a la convocatoria del CEN que hizo Miguel y sus acólitos para revocar lo aprobado previamente por la Comisión Política.
Abinader brilló igualmente por su ausencia en la subsiguiente convocatoria del CEN orquestada por la partida de Hipólito. Otros dirigentes que por razones desconocidas no han dicho presente en los encuentros de estos organismos de dirección divididos, son Peggy Cabral de Peña y Toni Peña Guaba.
Radicalismo
Para intentar buscarle salida a una crisis que no avizora solución inmediata, el abogado y consultor Nelson Espinal Báez, dijo que será parte del llamado “Grupo Concertación para el Cambio Democrático”, que busca contribuir a superar las profundas diferencias surgidas a lo interno del PRD.
A este intento le han puesto como nombre “concertación con institucionalidad y disciplina”. Espinal Báez informó que en esta comitiva hay seguidores de Vargas Maldonado y de Mejía. Este experto está convencido de que esa organización necesita hacer una revisión interna que explique por qué ha fallado en sus objetivos políticos.
Sin embargo, más allá del optimismo del “Grupo Concertación para el Cambio Democrático”, Espinal Báez y los demás integrantes de esta iniciativa tienen por delante a figuras tan radicales como César Cedeño, exjefe de campaña de la candidatura presidencial de Mejía, quien considera que el desacato lo cometió el TSE, por haber pretendido suspender la asamblea que realizó este domingo el CEN.
“Esto no está en ninguna ley y en ningún estatuto, ni en la Constitución”, dijo Cedeño, en referencia a que desde su punto de vista ningún tribunal tiene derecho a decirle a un partido a qué hora y cuándo debe reunirse.
Pero el abogado de Vargas Maldonado, Eduardo Jorge Prats, tiene un parecer verticalmente opuesto a Cedeño. “La facción sediciosa que encabeza Hipólito Mejía en el Partido Revolucionario Dominicano tendrá que someterse a la legalidad y a la institucionalidad, pues ni la militancia de esa organización ni la sociedad dominicana van a aceptar la imposición de un poder malvado por sobre la vigencia de la Constitución y las leyes”, advirtió.
Jorge Prats dijo que la posición de la facción de Mejía, de que el TSE no tiene jurisdicción en los recursos presentados, es infundada, porque esa instancia fue precisamente creada para dirimir conflictos al interior de los partidos.
