Santiago.-Las enfermeras del hospital regional José maría Cabral y Báez y del hospital Juan XXII entraron en el sexto día de paro de labores en reclamo de aumento salarial.
Mientras algunos permanecían sentados otros piqueteaban los centros de salud y mediante consignas y pancartas advertían que seguirían en pie de lucha hasta tanto sean atendidos sus reclamos.
Leonidas Cáceres, vocero la Unión nacional de Servicios de Enfermería demandó del Presidente Danilo medina asumir personalmente la problemática debido a la incapacidad del ministro de salud de dar respuesta a sus peticiones. Además de aumento salarial piden el equipamiento de los hospitales, pago de incentivos y mejorar las condiciones de los profesionales del sector salud.
En tanto, que la Iglesia católica, a través del editorial del semanario Camino rechaza el paro de labores en los hospitales públicos del país debido a que a su juicio rompe todos los esquemas de la prudencia.
Apunta que el usar a los más pobres como carne de cañón para alcanzar un objetivo gremial es insensato y hasta inhumano.
Y agrega que privar a los excluidos de la sociedad de un servicio tan vital y necesario como la medicina es condenarlos a muerte.
“Por eso hiere el alma y se desgarra la conciencia cuando uno escucha a los dirigentes convocantes del paro, hablar hasta con alegría y satisfacción de que la paralización ha sido exitosa, y que de no lograr el aumento salarial que persiguen podrían radicalizar la lucha.
Su alegría es la tristeza y amargura de los que no pueden pagar una consulta privada”, apunta. Reconoce que el salario de los empleados del sector salud se alejó hace mucho tiempo de las necesidades que tienen estos profesionales.
