En un país donde cada día surgen cuestiones insólitas, a nadie sorprende la existencia de un denominado Batallón Comunitario, un grupo de personas que han asumido funciones de servicios aparentemente sociales pero que también rozan con la seguridad y el orden público, materia asignada por la Constitución y las leyes a las instituciones represivas del Estado. La Policía abrió una investigación para determinar el alcance de ese “batallón” y esperamos respuestas. Mientras tanto, y al margen de las explicaciones de su líder, hay que tomarlo muy en serio. Después, donde nada sorprende y todo se acoge como normal, vienen los lamentos.
El batallón de voluntarios
En un país donde cada día surgen cuestiones insólitas, a nadie sorprende la existencia de un denominado Batallón Comunitario, un grupo de personas que han asumido funciones de servicios aparentemente sociales pero que también rozan con la seguridad