Tres acciones esenciales han aplicado los países que han logrado reducir en forma significativa y acelerada la pobreza, según un análisis del Banco Central (BC).La fórmula del éxito ha sido la combinación de forma efectiva del crecimiento económico con estabilidad, la adopción de políticas públicas dirigidas a la generación de empleos en las zonas rurales y una evolución favorable de los salarios mínimos reales y remuneraciones reales promedio crecientes en el tiempo. El planteamiento lo hace el Banco Central (BC) en el segundo análisis que publica en su Página Abierta acerca de Informalidad y los Ingresos en el mercado laboral dominicano.
Las políticas públicas deben estar combinadas con programas de transferencias condicionadas para aliviar la pobreza extrema, y la evolución salarial debe incluir al menos una proporción del aumento de la productividad del trabajo, precisa.
Las bajas remuneraciones de los trabajadores contribuyen a que sea más difícil reducir la pobreza, como ha sido el caso de República Dominicana, expone el BC en su segunda entrega del análisis que publica en su página abierta bajo el título “Algunas consideraciones sobre la Informalidad y los Ingresos en el Mercado Laboral de la República Dominicana”. La primera parte generó reacciones de rechazo en el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y su asociada principal, la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), quienes objetaron la parte que dice que en algunas actividades el ingreso de los trabajadores informales es mayor que el de los formales.
“La intención del Banco Central no ha sido la de establecer una polémica o discusión sobre el tema de la informalidad y mucho menos justificar que la misma constituya una mejor opción que la formalidad. El espíritu u objetivo de estas consideraciones ha sido presentar y analizar de forma objetiva los resultados de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT), los cuales arrojan que el crecimiento de la informalidad en el país parece estar vinculado principalmente a decisiones voluntarias de los ocupados perceptores de ingreso, después de comparar los bajos ingresos promedio que reciben o bien recibirían en el sector formal según los diferentes grupos ocupacionales”, puntualiza. El documento indica que una muestra del deterioro del poder adquisitivo de los dominicanos es que al finalizar el año 2013 los salarios mínimos reales para las empresas grandes, medianas y pequeñas resultaron ser inferiores en 8.2%, 36.9% y 44.1% a los niveles vigentes en el año 1979. Asimismo, en el caso de las zonas francas resultó ser 51.3% menor y en el sector público 58.4% más bajo que hace 34 años.
