Santiago.- En medio de dolor, fueron sepultados la tarde de este viernes los restos del sargento mayor de la Policía, Emmanuel de Jesús Taveras, quien fue baleado por los hermanos Oscar y César López Méndez.
El sub-oficial resultó herido por los hermanos López Méndez en el parqueo de la Ferretería Ochoa de la carretera Santiago-Licey, en diciembre pasado. Permaneció 30 días interno hasta que murió.
El cadáver fue velado en la funeraria Savica, por donde desfilaron una gran cantidad de personas amigas de la familia a darle el último adiós.
El deceso de Taveras se produjo luego de ser trasladado al hospital de la Policía Nacional en el Distrito Nacional de la clínica Unión Medica, donde fue recluido tras el ataque.
El cadáver fue sepultado en el cementerio de la sección El Ingenio de esta ciudad, donde acudió una gran cantidad de personas, siendo notoria la falta de una comisión de la Policía Nacional.
Padre dice Policía le negó ayuda
De su lado, el padre del agente, que pertenecía a la Dirección de Investigaciones Criminales, señor Héctor Taveras, denunció que en el peor momento la jefatura del cuerpo del orden dejó sola a la familia.
Dijo que en una reciente visita a Santiago del jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, se quejó porque no tenía recursos para continuar con el tratamiento que estaba siendo suministrado a su hijo, pero que el alto oficial le dijo que no tenían recursos para esos fines.
“Yo me siento defraudado por el trato dado por la Policía Nacional a mi hijo, ya que no me respaldó en el momento que lo necesitábamos”, precisó Taveras.
Significó que da vergüenza que la Policía Nacional no esté amparada por un seguro de riesgos laborales, para que los agentes que resulten heridos o caigan en el cumplimiento de su deber sean protegidos. Criticó, además, que la Policía Nacional no cuente con un buen seguro de vida que proteja a sus agentes, al momento de ocurrir una tragedia.
