En una carrera de 12 temporadas, Fernando Rodney ha estado cerca de superar la barrera de los 50 salvamentos en una campaña. En 2012, con los Rays de Tampa, y el año pasado, con los Marineros de Seattle, el taponero dominicano ha salvado 48 juegos en ambas ocasiones.
Para este 2015, el nativo de Samaná sostiene que ha llegado la hora de cruzar la línea del medio centenar de rescates y que para lograr ese objetivo, la organización de Seattle tiene las herramientas necesarias para ayudarlo a convertirse en el primer relevistas dominicano con ese registro en la historia de las Mayores.
“Voy a seguir demostrando que soy un cerrador de calibre”, dijo Rodney en una entrevista concedida a Manny Mota para elCaribe. “Soy de los lanzadores que no son conformista. La temporada pasada me basé en que quería llegar a los 50 salvamentos, pero no se pudo. Quería ganar tres, cuatro o cinco juegos más de lo que tuve el año pasado”, agregó.
En su primera campaña, de dos que firmó con los Marineros por 14 millones de dólares, Rodney salvó 48 encuentros en 69 apariciones. En 66 y un tercio de entrada, el derecho permitió 61 imparables, 24 carreras (21 fueron limpias) y ponchó 76 para una efectividad de 2.85. “Esa es mi meta para este año.
Mientras más oportunidad tenga, demostraré que ese es el sueño que quiero lograr. El equipo está bien reforzado con la llegada de importantes hombres de poder como Nelson Cruz, que nos suplirá de las carreras necesarias para mantener el equipo arriba”, sostuvo el veterano lanzador. En la actualidad, y sin el encuentro de anoche, Rodney tiene tres rescates en cinco visitas al montículo. Además, registra una victoria y una derrota. José Valverde (2011) y Francisco Cordero (2004) son los dominicanos que más se han acercado a la cifra de los 50 rescates. Ambos lograron 49 con los Tigres de Detroit y Vigilantes de Texas, respectivamente.
“Ser cerrador es nacer con esa fuerza positiva de entrar a un noveno inning y escuchar más de 40 personas en tu cabeza. Muchos pueden controlar eso, muchos no. A veces descuidamos nuestro trabajo en la oportunidad que se nos da, pero de mi parte siempre la voy a cuidar al máximo porque sé lo que quiero y lo que ando buscando”, expuso Rodney.
Sobre su estancia por segundo año con los Marineros, Rodney expresó su satisfacción por el trabajo que realizó la temporada pasada y que lo llevó a liderar el departamento de salvamentos con 48 en las Grandes Ligas.
“Me siento bien gracias a Dios. Tuve una buena temporada el año pasado. Espero en nuestro Dios mantenerme en salud para seguir haciendo un buen papel este año. Me enfoqué bien en lo que era el juego. Trataba siempre de ajustarme en la zona de strike, que es lo más importante para un relevista o un cerrador”, indicó. Señaló que cuando llegó a Seattle en 2014, se sintió contento porque iba a tener el chance de convertirse en el cerrador del equipo, puesto que ha cumplido a la perfección.
“Fue otra puerta la que se me abrió cuando llegué a Seattle. Dije que iba a seguir demostrando mis habilidades igual o superior a los demás equipos con los que he estado. Voy a seguir demostrando la calidad de mi juego, pero sobre todo seguir demostrando que soy un cerrador de calibre”.
Confianza en el dirigente
Por otro lado, Rodney agradeció la confianza que le ha dado el dirigente de los Marineros Lloyd McClendon desde su integración al conjunto en 2014. “Ambos nos hemos dado esa confianza. Le he demostrado que me gusta competir, que me gusta estar en el juego cuando está en la línea. Le he demostrado que he podido sacar outs en situaciones difíciles del juego. Eso ha sido el mayor éxito de mi carrera”, dijo.
Se caracterizó por ser un jugador de “sangre fría”, punto, que a su juicio, ha sido clave para demostrar sus dotes de buen relevista en el último episodio del partido. “La sangre de maco la tengo ahí. Está en los bolsillos. Soy un lanzador que se concentra y que trata de dar el cien por ciento en el montículo. Gracias a Dios que todo me ha salido muy bien, en especial en estos últimos años, en donde he podido lograr buenos números”, expresó el hombre de la “flecha”.
