Para que el bebé nazca sin complicaciones, la madre debe cuidarse durante la etapa de gestación, comer balanceado y hacer ejercicios.Llevar una alimentación balanceada es un aspecto que se debe tener en cuenta en cada etapa de la vida, ya que de ello dependerá tener una vida más saludable. Pero las mujeres que buscan quedar embarazadas, o ya lo están, deben poner en esto mayor atención, pues de ello depende el correcto funcionamiento de su organismo y tener un bebé sano y fuerte.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el estado nutricional de la mujer cuando queda embarazada y durante el embarazo puede tener una influencia importante en los resultados sanitarios del feto, el lactante y la madre. Por ejemplo, deficiencias de micronutrientes como el calcio, el hierro, la vitamina A o el yodo pueden producir malos resultados sanitarios para la madre y ocasionar complicaciones en el embarazo, poniéndolos en peligro a ambos.
En el caso de que la mujer tenga un aumento insuficiente del peso durante el embarazo, debido a una dieta inadecuada, aumenta el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y defectos congénitos; al igual que un aumento excesivo.
Por lo que una educación y asesoramiento adecuado sobre nutrición, a fin de mejorar la alimentación materna y reducir el riesgo de resultados sanitarios negativos para la madre y para sus hijos debe ser de consideración.
“Comer por dos” tampoco es considerado saludable, según Taiana Ubiñas Pérez, nutrióloga clínica, quien asegura que se puede llevar un régimen balanceado sin que afecte a la madre y el crecimiento del bebé.
“El dejarse llevar de: “el aumento del peso no es nada, cuando dé a luz pierdo esas libras”, no es sano. Esto al final puede no solo afectar la salud de la madre, también su autoestima ya que a no todas las mujeres les resulta fácil bajar ese peso ganado durante la gestación”, comenta Ubiñas Pérez.
Pero advierte que la alimentación de las embarazas no debe ser muy restrictiva, ya que el promedio a aumentar durante esta etapa es de 20 a 25 libras, lo cual, si te ayudas con la lactancia lo puedes perder en un tiempo prudente.
Para mantenerte en el aumento “normal”, Ubiñas Pérez recomienda llevar una alimentación rica en frutas y vegetales, complementada con carnes, granos y pescado. Pero aconseja controlar el consumo de carbohidratos, sin embargo, no eliminarlos por completo. Estos también son importantes.
“A las embarazadas les conviene hacer por lo menos cinco comidas al día (desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena), lo cual ayudará a que el metabolismo funcione correctamente”, explica la nutricionista, quien considera que mientras más lejos de los dulces es mejor, tanto para la madre como para la criatura que está por nacer.
La dieta y la actividad física van de la mano
Se debe tener claro que los nutrientes que absorbe el bebé provienen de lo que consume la madre. Por lo que la madre debe tener una alimentación de calidad, sin que eso signifique “comer por dos o por tres”. Otro punto que se debe tener cuenta es la actividad física, en especial, si antes de quedar embarazada estaba activa. Algunas mujeres, por complicaciones, deben mermar los ejercicios, pero hacer caminatas breves o nadar, son actividades que te ayudarán a mantener un peso favorable y a estar en forma para cuando llegue la hora del parto.
