La forma más idónea para resolver un conflicto es negociando, conversando hasta llegar a un entendimiento. De ahí la importancia de asimilar el refrán que ya casi adquiere categoría de principio, de que hablando la gente se entiende.En ese escenario proclive a negociar se reanuda el diálogo, hoy jueves, entre representantes del Colegio Médico Dominicano y el Gobierno, en busca de acuerdos que posibiliten alejar del entorno de los hospitales públicos el síndrome de los paros y huelgas que en definitiva a quienes perjudican es a los más pobres.
La decisión de los dirigentes del Colegio Médico Dominicano de suspender las protestas que tenían previstas para esta fecha en los hospitales de la región Este, es una muestra de sensatez y actitud de cordura. Depusieron su programado paro luego de una llamada del mediador, reverendo padre Jesús Castro, informándoles de la fecha del encuentro.
Es una tregua, un compás de espera necesario para negociar en un ambiente más distendido. La presión no arroja buenos resultados si es que permite negociar bajo ese escenario.
Lo aconsejable es que los negociadores vayan a la mesa del diálogo con posiciones flexibles, conscientes de que todas las partes necesariamente tendrán que ceder, para que se preserve la esencia de la negociación y evitar caer en la imposición.
En las demandas reivindicativas de los médicos, un alto componente impacta las finanzas públicas, el Presupuesto Nacional, por lo que su aceptación tiene mucho que ver con las disponibilidades financieras del Gobierno, que ya ha hecho ofertas y concesiones. Los dirigentes del CMD han dicho que llevarán como tema de discusión la asignación del equivalente al 5% del PIB al sector salud, un aumento salarial de un 60% para los médicos y mejora en los hospitales.
Las exigencias también incluyen elementos que, como el horario que deben cumplir los médicos en los hospitales públicos, son de índole administrativa, de búsqueda de mejor servicio a la población. Inciden directamente en el resultado económico-financiero.
Lo importante, lo fundamental, es que el diálogo se ha restablecido, lo que indica que los actores del diferendo están dispuestos a negociar, con todo lo que implica una negociación.
En buen momento se restablece el diálogo, porque el Presupuesto del 2017, donde deberán plasmarse los aspectos económicos que se acuerden, todavía no ha sido diseñado. Es hora de hablar para entenderse.
