El peso de la crisis en la figura del mandatario es mayor por su involucramiento directo en la dirección de la campaña política

El próximo jueves 27 de este mes el presidente Danilo Medina acudirá a su última rendición de cuentas por mandato constitucional y el momento llega en medio de una crisis política y electoral sin precedentes en la historia del país por la suspensión de las elecciones del 16 de este mes, lo que ha generado una cadena de protestas en el país que en lugar de mermar crece cada día.

Sobre esta crisis actual, el presidente de la República habló a la nación la noche del lunes 17 y llamó a la paz, pero hasta ahora las protestas por el hecho han crecido, en tamaño, extensión e indignación, al punto que el próximo 27 de febrero, se ha convocado a una manifestación en la Plaza de la Bandera que procura movilizar a un millón de personas al lugar que se ha convertido en el centro de las manifestaciones. Otra respuesta del gobierno a la situación se produjo el pasado viernes, cuando anunció que suspendió la investigación que hacía el Ministerio Público para dar paso a que la hagan organismos independientes y que sus resultados estén cubiertos de toda credibilidad.

Ese anuncio no ha detenido las manifestaciones que suman a los partidos de oposición y en las noches cacerolazos que se sienten con más fuerza en tres días consecutivos que se han repetido.

El peso de la crisis en la figura del mandatario es mayor por su involucramiento directo en la dirección de la campaña política, que en la práctica se le observaba como el jefe de campaña del PLD. De hecho, el gobernante fue criticado por dirigir una asamblea de su partido en Santiago a principio del mes de febrero en la que afirmó que el PLD “no puede perder” y anteriormente había tenido un encuentro con los candidatos de su partido, el 13 de enero, que recibió críticas por prometer “recursos” a todos los candidatos.

La suspensión de las elecciones ocurrió por un “fallo” en el sistema de voto automatizado que la Junta Central Electoral (JCE) descartó posible vulnerabilidad a pesar de que hubo muchas advertencias sobre ese sistema, que sí contó con el respaldo del gobierno y del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), también afectan al PLD y al gobierno.

Previo a las abortadas elecciones, el gobierno estaba en el centro de los escándalos por la licitación del Plan Social de la Presidencia para la compra de enceres para el hogar en medio del proceso, lo que provocó críticas generalizadas a lo que se sumó el escándalo de funcionarios como Marino Collante por amenazar empleados del Departamento Aeroportuario para que votaran por los candidatos del PLD.

Igualmente, el oficialista PLD estaba en el centro de las acusaciones por el supuesto uso de los recursos del Estado para favorecer a los candidatos peledeístas y la compra de votos que desató la crítica de todos los sectores, especialmente de la Iglesia católica.

Desde el punto de vista de las realizaciones del gobierno, el presidente tuvo que suspender las inauguraciones de obras porque están prohibidas en el período electoral y la nueva fecha de las elecciones para el 15 de marzo impide que se hagan. La inauguración de la obra cumbre del gobierno del presidente Medina, la planta de Punta Catalina, fue suspendida y está sometido a críticas por el propósito de vender el 49% de las acciones de la termoeléctrica.

Será difícil para el mandatario presentar sus memorias en un ambiente dominado por el tema de la crisis política que afecta al país para resaltar los logros de sus gobiernos de 8 años que cubren dos períodos (2012-2016 y 2016-2020).

¿Cómo han sido las anteriores rendiciones de cuenta de Medina?

El pasado año, Medina acudió con poca o ninguna presión social a rendir cuentas y en un extenso discurso resumió los logros de casi 7 años de gobierno anunciando una serie de medidas como aumento de salarios para los empleados públicos con un sueldo hasta los 30 mil pesos; leyes, programas para la juventud para el primer empleo, entre otras.

El ambiente de la redición de cuentas del 2019, fue muy distinto al del 2017, año en que estalló la Marcha Verde, hecho que obligó al mandatario a tocar el tema de la lucha contra la corrupción y la transparencia en su discurso a la nación.

En el 2013, su primera rendición de cuentas, Medina puso a vibrar el Salón de la Asamblea Nacional con el ultimátum a la minera Barrick Gold para renegociar el contrato de explotación de oro en Cotuí y su frase “el oro es de los dominicanos” fue memorable. En el 2014, el Plan Nacional de Alfabetización fue el tema que generó mayor interés. El 27 de febrero del 2015 llegó al gobierno con el tema de la regularización de extranjeros, básicamente haitianos, en su máxima potencia a consecuencia de la sentencia 168/13 que obligó a un Plan Nacional de Regularización.

En el 2016 el tema que dominó en el Salón de la Asamblea Nacional fue el de Bahía de las Águilas, que por la historia de lucha que encierra tiene un fuerte componente emotivo.

Norma constitucional
El artículo 114 de la Constitución establece la rendición de cuentas del presidente de la República.

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