La compañía DAZN, en negocio con promotoras, hace inversiones millonarias que benefician a los pugilistas

El boxeo profesional, a nivel de todo el orbe, avanza. Progresa en función de lo que le “inyectan” sus organizadores: promotores, apoderados de boxeadores, poderosas empresas y los organismos que lo gobiernan.

En la modernidad del llamado deporte de los puños enguantados entra el gran dinero. Son los millones de dólares que administran las compañías promotoras. Estas constituyen -afirman expertos- la principal plataforma que permite que el boxeo transite por el “buen camino del dinero”. Se resalta, dentro de la realidad boxística moderna, que la legendaria empresa de cable HBO, que prácticamente tenía el monopolio del pugilismo (con transmisiones en vivo para Pago por Ver) con la presentación de los más capacitados boxeadores, tras más de 60 años en el negocio, se retiró.

Lo propio ha hecho, aunque a veces transmite carteleras en forma esporádica, la compaña Show Time.

Ese negocio lo tiene ahora la multimillonaria compañía DAZN, la misma que firmó respetables contratos con Saúl -Canelo- Álvarez (365 millones de dólares para la celebración de 11 peleas) y a Gennady Golovkin (convenio de cien millones y seis combates).

La DAZN es en la actualidad la compañía que tiene dominio del negocio del boxeo. Sus propietarios tienen “arreglos millonarios” con las promotoras que encabezan Golden Boy Promotions y Top Rank regenteadas por el otrora campeón Oscar de la Hoya y el prestigioso abogado Bob Arum.

En medo del devastador coronavirus, que se convirtió en pandemia (esta enfermedad ha contagiado a más de 11 millones de personas y ocasionado la muerte de cerca de 2.5 millones), la DAZN, en sociedad con Top Rank, se mantiene organizado carteleras –pero sin la asistencia de público- en la ciudad de Las Vegas, Nevada. Lo hace para mantener vivo el boxeo, postulan miembros de la prensa especializada. Los derechos de esas transmisiones los tiene la empresa deportiva ESPN.

Los títulos especiales, CMB y AMB

En el marco de la “evolución y modernización del boxeo”, entran –y lo hacen con marcada autoridad- los organismos que gobiernan ese deporte.

El pugilismo rentable es reglamentado, y se puede decir también que lo administran, cuatro organismos: Consejo Mundial de Boxeo (CMB); Asociación Mundial de Boxeo (AMB); Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB).

En sus convenciones siempre se logran “la reingeniería”. Es decir, en esos cónclaves surgen nuevos reglamentos para poner el boxeo, alegan, “a corde con los nuevos tiempos”.

En los últimos años la AMB y el CMB, con la finalidad de “importantizar el boxeo”, han añadido a sus plataformas titulares- nuevos cetros que van, según sus ejecutivos, en beneficio de los boxeadores.

Entre esos nuevos títulos figuran estos: supercampeón, campeón regular, campeón interino y campeón diamante. Esta última renovación es una corona que la disputan estelares boxeadores que por su estelaridad y capacidad demostrada -durante años- en los ensogados, se ganan el derecho de conquistar ese singular título.

Hace poco se anunció que un dominicano, Javier “El Abejón” Fortuna tendrá la oportunidad de convertirse en el primer peleador criollo en anexarse un título diamante. Es un cetro que tiene la categoría mundialista, explican expertos.

Fortuna, quien ha sido dos veces campeón del mundo en los pesos pluma y ligero junior, tendrá un gran reto cuando enfrente al experimentado púgil venezolano Jorge Linares, quien fuera campeón mundial en tres divisiones: pluma, ligero y welter junior. La pelea será montada en la ciudad de Indio, de California.

En las modalidades del CMB y la AMB otro boxeador quisqueyano, Alberto “La Avispa” Puello, es un beneficiario. Puello es monarca welter junior (interino) versión AMB.

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