Sostendrá dos partidos ante Oklahoma mañana y el viernes. La serie entre ambos equipos está igualada 1-1
El tiempo pasa, y las cosas no cambian. Los Indiana Pacers siguen siendo subestimados, y en silencio, siguen siendo un candidato escondido a plena luz del día.
Y no es que minimicemos el nivel del Oklahoma City Thunder, que por algo fue el mejor equipo de la NBA durante la temporada regular, y por algo es candidato en estas Finales. Sin embargo, llama la atención escuchar tanta contundencia dado que la serie está 1 a 1, y esencialmente los Pacers han recuperado la localía.
No descubrimos la pólvora si decimos que la defensiva del Thunder es abrumadora, y la principal causante por la cual Indiana se ha transformado en una máquina de cometer pérdidas de balón, y no ha lucido nada como esa maquinaria ofensiva indetenible en estos primeros dos juegos de las Finales.
Las críticas hacia Tyrese Haliburton, después de anotar 17 puntos y cometer cinco pérdidas -la máxima cantidad que ha cometido en un partido en todo el año- en el Juego 2, están a la orden del día.
Y más allá de si alguno no lo considera una superestrella, la realidad es que su importancia para los Pacers es innegable; él es la identidad de Indiana.
Por supuesto que los Pacers necesitan que sea más agresivo, dado que su participación es fundamental para que el ataque de Indiana fluya. Mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero la realidad es que los Pacers tuvieron un diferencial de +12 con Haliburton en cancha en el Juego 1, y uno de -11 sin él.
En el segundo partido, el entrenador Rick Carlisle le dio descanso a Haliburton en el primer cuarto cuando Indiana perdía 21-20; cuando el armador titular de los Pacers regresó a la cancha, Indiana estaba abajo 40-27.
En otras palabras, Haliburton es esencial para el éxito de Indiana, y lejos está de ser el principal problema de los Pacers tras estos dos primeros partidos.
La realidad es que la profundidad de Indiana es uno de sus mayores atributos.
Sin embargo, a diferencia de lo sucedido en su camino en la Conferencia del Este, los Pacers se toparon con un equipo más profundo que ellos; la banca del Thunder anotó 48 contra 34 de sus pares de Indiana en el Juego 2.
La serie ahora se muda a Indiana, e históricamente los jugadores de rol juegan mejor cuando duermen en sus camas, y cuentan con el apoyo de los fans y la familiaridad de sus aros.
Específicamente, el aporte de Bennedict Mathurin, un jugador ofensivamente dotado, debe ser condición sine qua non en los partidos como local.
Cada rival es su mundo, y quizás el Thunder demande que los titulares de Indiana jueguen minutos más pesados, o que se achique la rotación.
Pero Indiana llegó aquí gracias a un genuino esfuerzo de equipo, y dudo que Carlisle patee el timón y cambie prematuramente cuando los Pacers hicieron lo que debían en condición de visitantes.
Lo que sí tiene que suceder es que los Pacers deben atacar más la pintura, y utilizar la agresividad de la defensiva del Thunder en su contra. Indiana debe jugar con ritmo y marcar la pauta de entrada en el Gainbridge Fieldhouse.
Particularmente Pascal Siakam, quien es la bujía estabilizadora de estos Pacers, debe ser más protagonista, dado que tiene un emparejamiento más favorable, y es quien mejor rinde en el uno contra uno en el básquetbol de mitad de cancha.
Tampoco se puede tapar el sol con un dedo, y negar que los primeros dos partidos de estas Finales se jugaron primordialmente al ritmo del Thunder, que fue ganando por 15 tantos en el primer juego y por 23 en el segundo.
Sin embargo, en el medio de todo este análisis, parecemos obviar la realidad más evidente que está frente a nuestros ojos.
Indiana logró lo más difícil, y se “robó” un partido en condición de visitante.
El mundo sigue subestimando a este equipo de Indiana, incluso cuando logran su cometido.
Yo a ellos les pregunto: Si un partido está parejo, ¿quién se anima a apostar en contra de los Pacers en el último cuarto, considerando lo que hemos visto en estos playoffs?
A ellos mismos les digo, no cometan el error que cometieron tantos otros en este último mes: subestimar a los Pacers.
El Thunder puede ser el favorito, pero el equipo que está en el asiento del conductor son los Pacers.
Las Finales están empatadas a 1, y la serie se muda a Indiana, un escenario que firmaba cualquier fanático de los Pacers antes de comenzar esta etapa decisiva.