Los últimos 10 meses han sido, sin duda, los más movidos en la joven carrera del prospecto dominicano de los Marlins, Agustín Ramírez.
Fue al comienzo de ese período cuando pasó de los Yankees a Miami en un traspaso en la Fecha Límite de Cambios pasada que envió a Jazz Chisholm Jr. al Bronx. De inmediato, el quisqueyano se convirtió en uno de los nombres de más interés en la actual construcción del equipo de Miami.
Estando en el foco de atención del club, el cuarto mejor prospecto de Miami, de 23 años, inició la temporada del 2025 en las menores, pero no pasó mucho tiempo para que recibiera la (tierna) llamada a la Gran Carpa. Y a partir de ahí, el cañonero despegó.
Ramírez se convirtió en el primer jugador en por lo menos las últimas 125 temporadas en tener tres choques con múltiples extrabases dentro de los primeros cinco partidos de su carrera como ligamayorista.
Claro, como es natural, después de un tórrido comienzo, empezaron los ajustes. Los rivales empezaron a percatarse de las habilidades del oriundo de Santo Domingo, pero es ahí cuando el receptor de los Marlins ha empezado a trabajar en responder de vuelta.
“Sí, sí, aprendiendo cada día, cada juego, cada momento, adaptándome”, explicó, “dando lo mejor de mí, preparándome. Y como te dije, aprovechando la oportunidad para demostrar y, ¿sabes?, con la meta de tener una larga carrera ya aquí en las Grandes Ligas”.
El primer paso en ese objetivo lo consiguió rápido, obligando a los Marlins a mantener a su promesa en la Gran Carpa, a pesar de que el plan original era de una pasantía breve mientras se recuperaba de su lesión el otro careta, Nick Fortes.
Al final, en una temporada de pocas expectativas para los Marlins, es en jugadores como Ramírez donde recae el éxito de un equipo que apunta hacia el futuro, independientemente del récord colectivo del club.