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El 27 de octubre de 2014, a las 8:30 de la mañana, un atentado en el Metro de Santo Domingo conmocionó al país. El servicio ferroviario se interrumpió entre las estaciones Ramón Cáceres y Mauricio Báez debido a un ataque terrorista que dejó un saldo de 19 heridos. Este evento marcó un hito en la historia de la República Dominicana, ya que fue la primera condena por terrorismo en el país.
Franck Kelin Holguín Medina, un joven de 21 años en ese momento, abordó el metro con una mochila que contenía materiales inflamables. En un instante de caos, encendió el contenido de la mochila y lo lanzó hacia otros pasajeros, provocando una explosión. Entre los afectados se encontraba Francis Alberto González Gil, quien sufrió quemaduras de tercer grado en casi el 80% de su cuerpo.
Los pasajeros, que diariamente utilizaban el metro, se vieron envueltos en una escena de pánico y desespero. La rápida respuesta de los servicios de emergencia, que incluyó más de 100 socorristas y 15 ambulancias, fue crucial para atender a los heridos y controlar la situación.
Consecuencias legales y sociales
Holguín Medina se entregó a las autoridades al día siguiente, y en marzo de 2016 fue condenado a 35 años de prisión. Además, se le impuso una significativa indemnización a las víctimas y a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) por los daños causados al vagón. En total, la cifra asciende a más de RD$39 millones, reflejando la gravedad del daño ocasionado.
Durante una audiencia, Holguín Medina expresó su arrepentimiento. “Nunca quise hacerle daño a nadie”, afirmó entre lágrimas, mostrando la carga emocional que le ha dejado su acción.
El presente de Franck Kelin Holguín Medina
Diez años después del atentado, Holguín Medina se encuentra en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís, participando en un programa de reinserción laboral. A pesar de su condena, su vida ha tomado un rumbo distinto; se dedica a labores de limpieza y ha comenzado a explorar su interés por el arte y la música.
A través de la Ley No. 113-21, que promueve la reinserción social de los reclusos, Holguín Medina ha tenido la oportunidad de realizar cursos de arte, decoración y reciclaje. Aunque actualmente se muestra reservado sobre su arrepentimiento, comparte que ha soñado con su libertad, reconociendo lo difícil que resulta salir de prisión.