Con una cartera que supera los RD$55,000 millones ha formalizado préstamos por más de RD$140,000 millones
El Banco Agrícola de República Dominicana ha consolidado su papel como brazo financiero clave para la agricultura nacional, al reforzar sus controles internos, diversificar sus programas de financiamiento y modernizar sus servicios tecnológicos. Estos avances responden tanto a la demanda creciente de recursos para el sector agropecuario como a la necesidad de adaptarse a los retos económicos y climáticos que enfrenta la producción de alimentos en el país.
El administrador general de la institución, Fernando Durán, informó ayer que actualmente la cartera activa del Banco Agrícola supera los 55,000 millones de pesos, respaldada por aportes directos del Gobierno que superan los 20,500 millones de pesos. Con estos fondos, se han formalizado préstamos al sector agrícola por más de 140,000 millones de pesos, en una etapa caracterizada por la prioridad gubernamental a la seguridad alimentaria y la estabilidad de precios.
“Este apoyo ha convertido al Banco Agrícola en una institución clave y respetable del sistema agroalimentario dominicano, capitalizando al campo en momentos de dificultad como los vividos durante la pandemia y los efectos de fenómenos climáticos como el huracán Fiona”, subrayó Durán. Además, destacó que la entidad ha contribuido a revalorizar la importancia de la agricultura como actividad económica y a fortalecer la rentabilidad de los productores.
Los datos actualizados evidencian la magnitud de estos esfuerzos: más de 19,000 productores agropecuarios han accedido directamente al programa especial de préstamos a tasa cero, implementado por el Gobierno y el Banco Agrícola desde octubre de 2020. Hasta abril de 2025, el programa ha formalizado préstamos por un monto de 16,891.3 millones de pesos, generando un total de 19,781 préstamos. Estos fondos han sido canalizados no solo para compensar pérdidas, sino también para impulsar la reconversión y adaptación de la agricultura ante los desafíos del cambio climático y las exigencias del mercado.
En términos de innovación, la entidad lanzó en julio de 2023 su plataforma de banca en línea, que incluye un portal web y aplicaciones móviles. Hasta la fecha, más de 5,580 productores se han registrado como usuarios, y realizaron más de 26,442 operaciones seguras, con un volumen de transacciones que supera los 2,000 millones de pesos. Según Durán, esta herramienta facilita a los productores administrar sus cuentas, realizar pagos y gestionar préstamos, con un volumen mensual que ronda los 90 millones de pesos. Estas iniciativas tecnológicas se complementan con un robusto programa de fortalecimiento institucional, que ha incluido la creación de una Dirección de Ciberseguridad y una Dirección de Operaciones. En colaboración con la Superintendencia de Bancos, el Banco Agrícola ha reforzado sus áreas de Riesgo y Cumplimiento para garantizar la transparencia y calidad de la información financiera que exige la regulación del sistema bancario.
Los controles regulatorios
“Estamos comprometidos a seguir adecuando el Bagrícola a los requerimientos de estos tiempos. La incorporación de nuevas tecnologías financieras y el fortalecimiento de los controles regulatorios son fundamentales para ofrecer a nuestros clientes las herramientas que necesitan para enfrentar los retos actuales”, puntualizó Durán, al final de la misa celebrada en la Catedral Primada de América, por los 80 años de vida de la entidad financiera estatal.
Resaltó que los esfuerzos no se limitan a la innovación tecnológica y al cumplimiento normativo. También abarcan un acompañamiento más cercano a los productores y la consolidación de alianzas con otras instituciones públicas del Gabinete Agropecuario. Dijo que bajo el liderazgo del presidente Luis Abinader y el ministro de Agricultura, Limber Cruz, la institución ha mantenido una estrecha coordinación para asegurar la rentabilidad del productor y la estabilidad del mercado interno.
La visión estratégica del Banco Agrícola para los próximos años incluye la búsqueda de financiamiento con tasas y condiciones especiales que permitan a los productores transformarse y adoptar innovaciones. Según Durán, los agricultores enfrentan desafíos cada vez más complejos: la gestión eficiente del agua, la mitigación del cambio climático y el cumplimiento de los compromisos de descarbonización de la agricultura, que forman parte de la agenda global.
En este contexto, la seguridad alimentaria se mantiene como eje central. Actualmente, la producción local ofrece una abundante disponibilidad de bienes agrícolas. Además, las exportaciones agropecuarias han alcanzado una mayor diversificación y un posicionamiento más sólido en los mercados internacionales.
El Banco Agrícola, creado mediante la Ley 908 del 1 de junio de 1945, surgió como respuesta a la necesidad de dinamizar el sector agrícola, que entonces representaba la base del desarrollo económico dominicano.
Una fuente constante de financiamiento del país
Durán resaltó en el discurso pronunciado que, ocho décadas después, la entidad ha logrado mantenerse como una fuente constante de financiamiento y respaldo técnico para los agricultores, sorteando crisis económicas y climáticas que han marcado la historia del país. El impacto de la institución es visible no solo en la rentabilidad de los cultivos, sino también en la mejora de las condiciones sociales del campo.
Las líneas de crédito, especialmente los préstamos a tasa cero y los fondos canalizados durante la pandemia, han permitido sostener la producción y garantizar el acceso a alimentos básicos en un momento en que la economía mundial enfrenta turbulencias.
A nivel interno, el Banco Agrícola ha invertido recursos humanos y económicos para modernizar su infraestructura tecnológica y operativa, lo que incluye la creación de la Dirección de Ciberseguridad.
Avances
La cooperación con la Superintendencia de Bancos, por su parte, ha permitido establecer controles mucho más rigurosos.