Acambio de otorgarle licencia para independizarse, en 1825 Francia exigió a Haití una indemnización de 150 millones de francos oro (FO), equivalente a 275% del PIB de Haití de ese año (54.6 millones, estimación de Henochsberg1 ) y rebajar en un 50% los impuestos aduaneros que recaían sobre el comercio de Francia con Haití. La ordenanza del Rey Carlos X establecía 5 pagos de 30 millones de FO por año durante el período 1825-1829.
Para realizar el primer pago, Haití tomó un préstamo de 30 millones, de los cuales tuvo que pagar una comisión de 6 millones (20%) al banco francés Ternaux Gandolphe et Cie. Para pagar la comisión, Boyer recogió todas las monedas que quedaban en Haití, equivalente a 5.3 millones, quedando pendiente de pago 700,000 FO. Al quedarse sin monedas, se vio obligado a crear y emitir papel moneda en 1826. Para pagar el préstamo, Haití se comprometió a entregar 1 millón de FO por año hasta completar los 30 millones más los intereses acumulados, los cuales, fruto de una negociación, se redujeron de 6% a 3%, mientras los intereses no pagados entre 1829 y 1838 fueron borrados. El préstamo terminó de pagarse en 1851. La estrategia de pagar deuda al gobierno de Francia con deuda contraída con bancos y prestamistas franceses dio origen a la conocida “doble-deuda” que se originó con la ordenanza de Carlos X.
Lo que siguió fue un viacrucis de nuevos préstamos con bancos y prestamistas y bonos colocados a través de agentes franceses para honrar la deuda remanente de 120 millones de FO, la cual fue reducida en 1838 a 60 millones que estaban supuesto a pagarse en cuotas anuales que comenzaban con 1.5 millones durante el período 1838-1842 sucedidas por 1.6 (1843-1847), 1.7 (1848-1852), 1.8 (1853-1857), 2.4 (1858-1862) y 3.0 (1862-1867), esperándose también la eliminación del atraso de 700,000 FO del primer pago de 30 millones de 1825 (véase Henochsberg). El terremoto de 1842, el incendio que consumió a Puerto Príncipe en enero de 1843 y la rebelión que provocó el exilio de Boyer, imposibilitaron los pagos y allanaron el camino a la moratoria hasta 1849 otorgada por Francia. La guerra civil y los incendios motivaron el incumplimiento durante 1867-1868.
En lugar de terminar de pagar la deuda en 1867, como se tenía previsto, el pago final fue realizado en 1883. Sin embargo, para llegar ahí, Haití tuvo que tomar préstamos en 1874 (36.5 MM), 1875 (23.9 MM), 1896 (50 MM) y 1910 (65 MM) para un total de 175.4 millones, de cuyos desembolsos (128 MM), luego de deducir comisiones excesivas y enfrentar elevadas tasas de interés efectivas (5.5% – 13.4%), una parte significativa tenía como objetivo el pago de la “doble-deuda”. El último de estos préstamos terminó de pagarse en 1947. Como se observa, pagar el derecho de independizarse de Francia le tomó a Haití 122 años. Una deuda inicial de 150 millones de FO que fue luego reducida a 90 millones, llevó a Haití a tomar préstamos por 205.3 millones, de los cuales solo recibió 152.1 millones, luego de pagar 53.2 millones de comisiones (26% del valor nominal de los préstamos tomados). La necesidad de tomar préstamos que representaban el 228% de la deuda de 90 MM, se debió a la necesidad que tenía el gobierno haitiano de compensar la menor recaudación provocada por las exenciones de los impuestos aduaneros que la ordenanza de Carlos X concedía a Francia, acceder al pago comisiones obscenas a los prestamistas franceses y disponer de algunos recursos para gastos de inversión. Aunque la deuda fue reducida de 150 millones de FO a 90 en 1838, la realidad es que para Haití esta terminó representando una extracción de recursos cercana a 200 millones de FO (367% del PIB de Haití en 1825) cuando se tienen en cuenta las comisiones pagadas y los intereses acarreados por la participación de estas últimas en el valor nominal de los préstamos tomados (asumiendo un 5% de interés anual promedio durante solo 50 años).
El 18 de diciembre de 2003, el presidente Aristide planteó que Francia debía pagar una reparación a Haití ascendente a US$21.7 billones. Estimados realizados por 15 economistas contratados por el New York Times en 2022 indicaron que el costo de la deuda pagada por Haití a Francia osciló entre US$21 y US$112 billones. El economista francés Thomas Piketty ha estimado que el valor actual mínimo de la doble-deuda que se impuso a Haití en 1825 equivale a 30 billones de euros (US$34.8 billones). Si tomamos como base para el cálculo el rango determinado por la deuda reducida (90 millones de FO) y la deuda reducida con las comisiones cobradas por los prestamistas y los intereses que estas acarrearon (200 millones de FO), se tiene que la carga para Haití osciló entre 165% y 367% del PIB de Haití en 1825. Si se utiliza el PIB promedio de Haití del período 2014-2023 (US$16,519 millones), se puede concluir que el monto total de las reparaciones que Francia debería pagar a Haití, debido a la extracción de producción y riqueza generada por la doble deuda, oscila entre US$27,256 y US$60,624 millones.
El pasado 5 de junio, la Asamblea Nacional francesa aprobó una resolución que exige el reconocimiento, el pago y la reparación de la “doble-deuda” impuesta a Haití en 1825. La resolución recomienda al gobierno del presidente Macron a reconocer la injusticia y el daño provocados por la ordenanza de 1825.
Los asambleístas exhortaron a la nación francesa a ponderar las consecuencias a largo plazo de la deuda, atender a las demandas de reparación, determinar alternativas de pago, y crear una comisión independiente para examinar los efectos históricos y actuales y proponer medidas reparadoras. El 17 de abril de este año, el presidente Macron había anunciado la conformación de una comisión conjunta de historiadores franco-haitianos para estudiar el impacto de la deuda. De nada serviría la realización del estudio si el objetivo final no fuese establecer un monto de las reparaciones a pagar.
Por alguna razón, los abanderados de la necesaria reparación planteada por Aristide, han olvidado que, durante el período 1822-1844, Santo Domingo, lo que hoy conocemos como República Dominicana, fue ocupado por Haití. A nadie debería sorprender, por tanto, que una parte de la doble-deuda fue pagada por República Dominicana durante el período de la ocupación y dominación haitiana. En efecto, Moya Pons2 explica que Boyer exigió a los habitantes de ambas partes de la Isla pagar una contribución total de 30 millones de gourdes, a razón de 3 millones por año, a partir del 1ro. de enero de 1827, para hacer posible el pago de la doble-deuda a Francia. De ese monto, 458,601 gourdes fue la cuota anual asignada a la parte Este de la isla, equivalente a 15.3% de la cuota anual de 3 millones. Esta asignación resultaba ligeramente abultada si se tiene en cuenta que nuestra población en 1825 (unas 80,000 personas) representaba el 15.4% de la población total de la Isla (520,000) y que nuestro PIB, posiblemente, era cercano al 10% del PIB de Haití en 1825. Moya Pons narra que “tan grande fue la oposición que presentaron los habitantes del Este” que “Boyer no tuvo más remedio que suspender el cobro de la contribución, cambiándola en abril de ese año, por una contribución de 200,000 gourdes nada más, que también serían repartidos entre los pobladores de ambos lados de la Isla”.
La fuerte oposición a esta contribución impositiva no dejó más opción al gobierno de Boyer que recurrir a otro impuesto, el impuesto inflacionario. Recordemos que, en 1826, Boyer había creado el gourde haitiano luego de haberse quedado sin monedas para pagarle la “comisión” de 6 millones de FO a los banqueros franceses que prestaron los primeros 30 millones. Boyer instruyó para que se emitiera todo el papel moneda que fuese necesario para hacer frente a la situación. En menos de dos años, el gourde haitiano se depreció en 250 por ciento. ¿Qué moneda circulaba en el lado Este de la Isla? El gourde. En consecuencia, las casi 80,000 almas que residían en el lado Este de la Isla pagaron el impuesto inflacionario, en adición a otros impuestos formales que establecieron los invasores haitianos durante los 22 años de la ocupación. En consecuencia, de las reparaciones que Francia debería pagar a Haití (entre US$27,256 y US$60,624 millones), el 3.44%3 corresponde a reparaciones a recibir por República Dominicana. En otras palabras, Francia tiene una deuda histórica con nosotros que oscila entre US$938 y US$2,085 millones. En lugar de Macron ofrecerle a Abinader un financiamiento para la construcción del tren metropolitano, lo que debe hacer es pagar el costo total de la construcción del mismo con la reparación que nos debe.
1 Simon Henochsberg, Public debt and slavery; the case of Haiti 1760-1915, Paris School of Economics, 2016.
2 Frank Moya Pons, La Dominación Haitiana 1822-1844, UCMM, 1972, pp.71-72.
3 [20 años del período de la ocupación a partir de la ordenanza de Carlos X (1825-1844) dividido por 58 años que técnicamente tomó pagar la doble-deuda (1825-1883)) x 10% (PIB de RD como % del PIB de Haití en 1825) = 3.44%.