Nairobi, 30 jun (EFE).- La familia del vendedor ambulante de mascarillas keniano Boniface Mwangi Kariuki, de 22 años, quien recibió un disparo a quemarropa en la cabeza durante una protestas en Nairobi el pasado 17 de junio, anunció este lunes su fallecimiento.
La portavoz de la familia, Emily Wanjira, confirmó a medios locales que la muerte de Kariuki se produjo a las 15.15 hora local (12.15 GMT).
Kariuki falleció un día después de que se le declarara con muerte cerebral, según había comunicado Wanjira este domingo en una rueda de prensa en los alrededores del Hospital Nacional Kenyatta, el mayor del país y donde el joven estaba siendo tratado.
“Ahora tendremos que conseguir la factura total porque nos han dicho que ya no está”, dijo al periódico The Standard, que el domingo ya había informado de que la cuenta del hospital superaba los tres millones de chelines kenianos (algo más de 19.800 euros).
“Estamos rezando y esperando la ayuda de personas solidarias, porque cuando alguien es declarado con muerte cerebral, sabemos lo que significa”, había dicho Wanjira.
Imágenes difundidas en medios locales y redes sociales muestran a dos efectivos golpeando en la citada manifestación a Kariuki con la culata de una escopeta antes de dispararle en la cabeza antes de alejarse del lugar.
El vendedor ambulante fue trasladado por manifestantes hasta un ambulatorio y luego derivado al Hospital Nacional Kenyatta, donde los médicos removieron los proyectiles de su cuerpo tras dos horas de cirugía y lo conectaron a un respirador mecánico en la unidad de cuidados intensivos para mantenerlo con vida.
Los agentes implicados, identificados como Klinzy Barasa Masinde y Ducan Kiprono, fueron detenidos y se encuentran bajo investigación por la sección de Homicidios de la Dirección de Investigaciones Criminales (DCI, por sus siglas en inglés).
Las protestas del 17 de junio pasado surgieron a raíz de la indignación generalizada que causó la muerte del bloguero y maestro de 31 años Albert Ojwang, quien fue hallado muerto bajo custodia en la comisaría central de policía de Nairobi a principios de junio.
El fallecimiento de Ojwang ha reavivado las críticas contra el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía keniana. EFE