El secretario general de la ONU. António Guterres, dijo que “cada país tiene derecho a decidir” cómo controla el flujo migratorio pero indicó que es importante que “se respete la dignidad humana de las personas”, en respuesta a la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de prohibir la entrada a territorio estadounidense de doce países e imponer restricciones a otros siete.

“Cada país tiene derecho a decidir cómo controla sus fronteras y a quién permite entrar. Nuestra posición siempre ha sido que, sea cual sea el sistema que se ponga en marcha, se respete la dignidad humana de las personas”, expresó el portavoz de la secretaría, Stéphane Dujarric, al ser preguntado por los periodistas en su rueda de prensa diaria.

Subrayó que la migración es algo que debe gestionarse “adecuadamente”, respetando los derechos de los migrantes -que se desplazan en ocasiones afrontando “un gran riesgo para encontrar una vida mejor”- pero también beneficiando tanto a los países de origen como a los de destino.

El portavoz aseguró que conseguir ambas cosas es factible y recordó que existe un pacto mundial para la migración que cuando no se gestiona adecuadamente puede conducir a que el fenómeno migratorio “esté en manos de bandas criminales”.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, prohibió este miércoles los viajes a territorio estadounidense desde doce países, incluyendo Haití, Afgnanistán, Irán, Libia, Sudán y Yemen, entre otros, y restringió parcialmente la entrada de ciudadanos de otras siete naciones, entre ellas Cuba y Venezuela, alegando problemas de seguridad nacional.

De acuerdo con la orden ejecutiva del mandatario, los doce países con prohibición total “son deficientes en cuanto a la detección y el control y representan un riesgo muy alto para los Estados Unidos”.

La Casa Blanca indicó que el decreto tiene como objetivo proteger la “seguridad nacional y el interés nacional” de Estados Unidos. Los países afectados, argumenta el Gobierno, no comparten información con Washington sobre sus ciudadanos, para “evaluar los riesgos de terrorismo o a la seguridad pública”. A su vez, argumentó la Casa Blanca, estos “representan riesgos significativos de quedarse en EE.UU. más allá del tiempo autorizado por sus visas”.

Amnistía

El veto de Donald Trump a la entrada de Estados Unidos de los nacionales de doce países -casi todos africanos y asiáticos-, más la limitación de viajes a los de otras siete naciones “es discriminatorio, racista y completamente cruel”, además de que “propaga el odio”, consideró este jueves Amnistía Internacional en un comunicado.

“Señalar a las personas según su raza, religión o nacionalidad, de países con población mayoritariamente negra, marrón o musulmana, significa discriminación racial según los derechos humanos internacionales”, valoró la secretaria general de Aministía, Agnès Callamard. Ella analiza que ante una situación actual en la que el derecho de asilo “ya es casi inexistente en las fronteras de Estados Unidos”, el nuevo veto “inflige terribles sufrimientos a personas que huyen de zonas azotadas por la guerra, por las violaciones masivas de derechos humanos y otras situaciones de peligro”.

Venezuela: restricción tiene fines “políticos”

El Gobierno de Venezuela rechazó la decisión de Estados Unidos de prohibir los viajes a territorio estadounidense al considerar que esta medida tiene “evidentes fines políticos y de amedrentamiento”. A través de un comunicado publicado en Telegram, la Cancillería condenó “de manera categórica” la campaña de “estigmatización y criminalización lanzada contra el pueblo venezolano por parte del Gobierno de los Estados Unidos”.

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