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Nairobi.- El presidente de Kenia, William Ruto, tildó este viernes de «sabotaje económico» y «caos calculado» las protestas que este miércoles sacudieron a gran parte del país, que fueron reprimidas por la Policía causaron al menos 16 muertos.
«El derecho a la protesta pacífica está protegido por nuestra Constitución. Respetamos y defendemos ese derecho. Pero lo que presenciamos no fueron protestas pacíficas», afirmó Ruto en un acto en Nairobi con motivo del Día Internacional de las Mipymes.
«Fue un caos calculado. Fue destrucción. Fue sabotaje económico; llamémoslo por su nombre, eso fue lo que fue», enfatizó el jefe del Estado, citado por medios locales, al describir también las manifestaciones como «anarquía vestida con los colores de la libertad».
Si bien lamentó la pérdida de vidas, Ruto señaló que las secuelas de la protesta resultaron en la quema de negocios y la destrucción de medios de vida.
«¿Es esta la Kenia que queremos? ¿Queremos construir de día y destruir de noche? ¿Acaso defendemos la ley sólo para explotar sus protecciones para sembrar el caos y paralizar nuestra economía? ¿Es esto lo que significa la libertad? ¿Es libertad quemar lo que otros han construido? Quienes hacen esto no luchan por la libertad; la atacan», argumentó el mandatario.
El presidente instó a las fuerzas de seguridad a realizar «investigaciones inmediatas, exhaustivas y rápidas».
«Los autores de esta violencia, saqueo y destrucción deben ser identificados, desenmascarados y procesados con todo el rigor de la ley, con prontitud y decisión», sentenció.
Ruto hizo esas declaraciones después de que su ministro del Interior, Kipchumba Murkomen, calificara este jueves las protestas de «intento de golpe de Estado» y cifrará en 10 las víctimas mortales y en más de 400 los heridos.
Sin embargo, Amnistía Internacional (AI) elevó el número de fallecidos a 16 y también situó los heridos en unos 400.
Miles de personas se movilizaron este miércoles en al menos 26 de los 47 condados del país en unas protestas que fueron reprimidas por la Policía con gases lacrimógenos y cañones de agua.
La jornada conmemoró el primer aniversario del día más convulso de las protestas contra los aumentos fiscales lideradas, entre junio y agosto de 2024, por jóvenes de la llamada generación Z, cuya represión por parte de las fuerzas de seguridad dejó al menos sesenta muertos.
El 25 de junio de 2024, tras varios días de marchas multitudinarias en distintas ciudades, cientos de manifestantes asaltaron el Parlamento y la Policía abrió fuego contra ellos.