Riad, 13 may (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, abrió el primer capítulo de su política exterior con un discurso en Arabia Saudí en el que llamó a dejar detrás el intervencionismo occidental en Oriente Medio y respaldó a una “nueva generación de líderes” que reconduzca la compleja región a través de los negocios y la inversión.

Utilizando el ejemplo de su anfitrión, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, Trump criticó el pasado de “construcción de naciones” en países como Irak o Afganistán, con críticas a los “neocons” (neoconservadores), y con referencias a las políticas de previas administraciones demócratas y republicanas en esos países.

“Ante nuestros ojos, una nueva generación de líderes está trascendiendo conflictos antiguos, cansados de divisiones pasadas, y que están forjando un futuro donde Oriente Medio es definido por el comercio y no el caos; donde se exporta tecnología y no el terrorismo, donde la gente de diferentes naciones, religiones y credos construye ciudades en lugar de bombardearse”, explicó Trump al inicio de su primer viaje internacional de su segundo mandato.

En opinión de Trump, que dio un discurso inesperadamente disciplinado en un foro de inversiones estadounidense-saudí, ya ha pasado la era en la que Occidente “daba lecciones sobre cómo vivir o cómo gobernarse a sí mismo”, dado que ha llegado el momento de dejar que los países árabes florezcan con “su propia visión y trazando su propio destino”.

Irán, un “futuro brillante” sin arma atómica

Trump no dejó fuera de su visión ni a Irán, a quien urgió alcanzado de inmediato un acuerdo nuclear que garantice que nunca pueden tener un arma atómica a cambio de un “futuro brillante”.

Si Teherán no deja de ser el mayor poder desestabilizador de la región, el mandatario prometió “infligir máxima presión masiva”, un eufemismo lejos de una amenaza militar de un presidente que ha prometido no meterse en guerra extranjeras.

El mandatario estadounidense aseguró que pese a las diferencias “he demostrado repetidamente que estoy dispuesto a poner fin a conflictos y forjar nuevas alianzas para un mundo mejor, más estable”, porque “nunca he creído en enemigos permanentes”.

Fin a las sanciones de Siria

En su alocución, el presidente estadounidense, arropado por los hombres más ricos de Estados Unidos e inversores saudíes, anunció que retirará las sanciones que pesan sobre Siria, impuestas durante el mandato de Bachar al Asad, derrocado el pasado diciembre.

Esta decisión se produce un día antes de que tenga un breve encuentro con el presidente sirio interino, Ahmed Al Sharaa, que comenzó su ascenso en el caos de la guerra siria como integrante de los yihadistas del Frente al Nusra.

De esta forma, Trump busca que Siria se estabilice y comience su proceso para reconstruir el país árabe, sumido en una destrucción tras casi 14 años de guerra.

El ministro sirio de Exteriores, Asaad al Shaibani, agradeció el anuncio, una medida que consideró “crucial” para su país.

Trump alaba a los líderes del Golfo

Trump se reunirá mañana en Arabia Saudí con los líderes del Consejo de Cooperación de Golfo, una región con unos dirigentes que los considera un ejemplo para todo el mundo árabe.

En particular, reconoció el liderazgo de Bin Salmán, primer ministro saudí y líder de facto del país, y que ha sido criticado por sus purgas internas y por violar los derechos humanos, por modernizar el país, aunque le urgió a sumarse a los Acuerdo de Abraham y normalizar relaciones con Israel, algo en lo que se interpone la falta de resolución en los territorios palestinos.

Bin Salmán, que ha tomado las riendas del país de un rey Salmán debilitado por la vejez y tras deshacerse de facciones opositoras en intrigas palaciegas, correspondió a Trump con una visita de Estado con toda la pompa de la Casa de Saúd y con la promesa de invertir, apoyado en sus fondos soberanos, 600.000 millones de dólares en proyectos en Estados Unidos o con sus empresas.

gasto en defensa

Ese anuncio incluye un paquete de gasto en defensa por un monto récord de 142.000 millones de dólares y que no está claro si incluirá los caza avanzados F-35, que en esta región EE.UU. solo ha conseguido vender a Israel.

El eje central de la visión de Trump para Oriente Medio tuvo mucho que ver con el lugar donde pronunció su discurso, rodeado de los hombres más ricos de Estados Unidos (desde Elon Musk a los consejeros delegados de BlackRock, Nvidia o Uber) y de Arabia Saudí, en un palacio de congresos versallesco, repleto de dorados y con unas gigantescas lámparas de cristal de araña.

La escena la completaban hombres con gorras de “Make America Great Again”, algunos judíos con kipá y un mar de hombres con la tradicional kufiya saudí que recibieron con la misma pasión y vítores a Trump.

Posted in Internacionales

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas