Estos ruidos excesivos pueden alterar el comportamiento, generar estrés, ansiedad y afectar la salud cardiovascular

El infernal mundo de la contaminación sónica, caracterizado por la presencia de ruidos que superan los niveles tolerables para la salud y el bienestar de las personas, ya no se limita a ciertos barrios, sino que ha penetrado en otros rincones del país. Ya no hay días ni horas sagradas en las que se respete el silencio, especialmente debido al ruido excesivo generado por los llamados “kitipó”, lo cual se traduce en graves problemas de salud.

Hoy, Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido, es propicio crear conciencia sobre este problema y promover un entorno más saludable para todos.

Alteración del comportamiento

Uno de los mayores problemas que enfrentamos como nación es la contaminación sónica que proviene de los “kitipó”, cajones utilizados para amplificar la música. El exceso de ruido que generan provoca un estrés constante en el cerebro, que intenta procesar y acomodar una cantidad desproporcionada de información, según el psicólogo Briant Taveras.

“Todo esto provoca cansancio extremo, ansiedad, falta de concentración e incluso favorece la depresión y otros trastornos”, señaló. Sobre si la contaminación sónica afecta a unos más que a otros, Taveras señaló que no discrimina. “Debemos prestar atención a niños y ancianos, por temas de desarrollo y necesidades propias de la senectud, respectivamente. Pero, este es un tema neurálgico para estudiantes, trabajadores, personas con enfermedades mentales previas u otras comorbilidades. Afecta a todos en situaciones específicas, pero en alta dimensión”, manifestó el profesional de la salud mental. Además, destacó que el estrés, sumado a la falta de descanso y enfoque que provoca la exposición constante al ruido, puede alterar el comportamiento y estado mental de una persona a diferentes escalas.

A nivel colectivo, explicó que el ruido provoca ansiedad social, desigualdad y conflictos entre grupos, disminución de calidad en procesos colectivos y caos. Mientras que a nivel individual, afecta las emociones, el sueño, estado de ánimo, concentración, descanso y rendimiento individual. Para Taveras, es difícil adaptarse al ruido, que es dañino; más bien lo que recomienda es adaptar su hogar o espacios de trabajo, y protegerse de la sobreexposión.

“Se trata de mucho más que solo captación de sonidos, es la percepción de vibraciones que interactuan con nuestro sistema nervioso, con nuestra percepción, sensación y concentración”, puntualizó sobre el tema.

Ventas en ascenso

Este diario se puso en contacto con una tienda ubicada en el Ensanche Isabelita para indagar sobre las inversiones en equipos de sonido. El vendedor informó que los precios de los cajones varían desde 4,500 pesos para un equipo básico, hasta cifras que superan los 300,000 pesos, lo cual incluye planta, bajo, cablería, clarión y otros componentes del sistema. En muchos casos, el costo del equipo de sonido, incluso, sobrepasa el valor del vehículo en el que se instala.

La potencia de estos equipos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como ruido cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB). En concreto, dicho ruido se vuelve dañino si supera los 75 decibeles y doloroso a partir de los 120 decibeles.

Sobre el nivel de decibelios que puede alcanzar un equipo de música, el vendedor explicó que varía , porque la potencia depende de otros componentes que se les integren. “Eso va a depender del tamaño, y de los otros equipos que vayamos a poner, como las bocinas, las plantas y otras cosas”, señaló.

Los sistemas de sonido profesional, por ejemplo, pueden alcanzar niveles de más 120 decibeles, cifras que superan los límites recomendados, representando un riesgo tanto para la salud auditiva, como para la psicológica y la cardiovascular.

El país cuenta con varias leyes

República Dominicana cuenta con un sinnúmero de leyes que tratan la contaminación sónica, desde la Constitución de la República; la Ley 64-00, del 18 de agosto de 2000, que crea el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; la Ley General de Salud, y la Ley 90-19 que modifica la Ley 287-04, del 15 de agosto de 2004, sobre Prevención, Supresión y Limitación de Ruidos Nocivos y Molestos que Producen Contaminación Sonora. La Ley 90-19 modifica la Ley 287-04, que trata sobre la prevención, supresión y limitación de ruidos nocivos y molestos. Esta modificación introduce sanciones más estrictas por contaminación sonora, e incluye penas de prisión y multas. Las sanciones varían según la gravedad de la infracción y pueden ser aplicadas a vehículos, viviendas y espacios públicos.

El psicólogo Briant Taveras.

El ruido pone en riesgo la salud cardiovascular

La contaminación sonora, según la OMS, puede tener efectos perjudiciales en la salud cardiovascular, aumentando el riesgo de enfermedades como la hipertensión, la cardiopatía isquémica, el ictus y la insuficiencia cardíaca, dice la Sociedad Española de Cardiología. La exposición prolongada a niveles de ruido elevados puede incrementar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de cortisol, y la hormona del estrés.

Celebración
Hoy se celebra el Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido con el propósito de promover acciones responsables que contribuyan a crear ambientes sonoros saludables.

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