Haití imploró, una vez más ante la comunidad internacional, ayuda para controlar la crisis de seguridad pero esta vez hizo énfasis en la colaboración para controlar la frontera, especialmente con República Dominicana, a fin de evitar el tráfico de armas y municiones.

“Necesitamos cooperación regional para controlar nuestra frontera, especialmente con la República Dominicana, a fin de frenar la entrada ilegal de armas, municiones y otros productos ilegales contrabandeados”, dijo el ministro de Defensa, Jean Michel Moïse durante un simposio en la Organización de Estados Americanos (OEA).

Michel Moïse enfatizó que es bien sabido que las armas, semiautomáticas y automáticas, utilizadas por las pandillas haitianas provienen del extranjero, especialmente de Estados Unidos, en contenedores que ingresan a esa nación mediante la frontera terrestre con Dominicana.

“Con la República Dominicana tenemos una frontera muy vulnerable. La corrupción y el contrabando facilitan la entrada ilegal de armas y municiones para matar a nuestra gente”, refirió al señalar que las redes de narcotráfico y criminalidad organizada, son las que patrocinan a las bandas que han tomado el control de al rededor del 75% de las infraestructuras de seguridad de la nación.

Expresó que la situación de inseguridad no es solo resultado de la dinámica local si no que ha sido impulsada por una red internacional de narcotraficantes y traficantes de armas que se infiltran en el territorio, especialmente a través de la frontera terrestre con República Dominicana y la vulnerable costa del sur haitiana.

Describió que lo que ocurre en su nación no es solo un asunto de seguridad local, también es regional y si se mantiene como van, rápidamente podría afectar a sus vecinos.

“Haití no puede encarar y resolver este asunto solo. Somos los primeros en admitirlo. Necesitamos su ayuda. Necesitamos su experiencia, necesitamos equipos, necesitamos sus palabras. Realmente necesitamos su ayuda. Haití está en una situación bien difícil. Necesitamos aliados y la comunidad internacional”, expresó con semblante entristecido el funcionario mientras hacía pausas en cada frase.

Resaltó que, al igual que las armas de fuego, las drogas no se originan en Haití ni son consumidas por los haitianos localmente. Explicó que esa nación es un puente para tránsito de las sustancias controladas. También refirió que la migración haitiana, que afecta al Caribe, Sudamérica y, por supuesto, a Norteamérica, es uno de los efectos de la crisis de seguridad.

Dijo que el narcotráfico financia actividades de acoso sexual, trata de personas y que las redes criminales utilizan Haití como punto de tránsito o zona de reclutamiento de víctimas vulnerables para el tráfico de personas y órganos.

El ministro de defensa destacó el esfuerzo que hace la policía haitiana por mantener la seguridad y resguardar órganos claves de la nación como son el Banco central, las telecomunicaciones y otras infraestructuras críticas.

De igual manera, hizo un histórico de cómo ese estado dejó de tener fuerzas armadas en el año 1994, así como la crítica y compleja tarea de reconstruirla.

Dominicana fortalece capacidades

República Dominicana dijo que ha reforzado los esfuerzos para luchar contra el tráfico de armas y municiones hacia Haití, al tiempo que destacó la hoja de ruta trazadas por la OEA y Centroamérica para la prevención del tráfico de armas municiones y explosivos.

Enfatizó que la lucha contra el crimen organizado transnacional debe ocupar un lugar central en este esfuerzo de pacificar esa nación.

“En el caso de República Dominicana, hemos venido fortaleciendo nuestras capacidades institucionales para combatir el tráfico ilícito de armas, un fenómeno particularmente preocupante en Haití donde las armas circulan con alarmante facilidad”, Mayerlyn Cordero Díaz, representante permanente de la nación en la OEA.

Describió que acompañar a Haití en la superación de esta crisis no es solo una prioridad o una situación de seguridad nacional, sino una situación humana, histórica y geográfica.

“La seguridad y estabilidad en Haití son inseparables de la estabilidad y seguridad de mi país y de la región. La crisis en Haití afecta directamente a República Dominicana”, enfatizó.

Presos con VIH no reciben medicamentos

El ministro Público y de Justicia, Patrick Pélissier, habló de la deplorable y preocupante situación de la nación. Habló de las condiciones carcelarias y los destacamentos destruidos por las bandas armadas.
En el ámbito de la salud de los presos, refirió como aspecto preocupante el de dos mil personas que viven con VIH, de las cuales hay 500 que no han podido tener acceso a los medicamentos debido a una ruta bloqueada por las bandas. Refirió la creación de comité especial para perseguir y juzgar los crímenes masivos, violaciones graves de derechos humanos y violencia sexual vinculados a grupos criminales.

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