El presidente Luis Abinader inauguró ayer la ampliación y modernización de la antigua autopista coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, antigua autopista de San Isidro.
De acuerdo con el Ministerio de Obras Públicas, esa obra tendrá un retorno asegurado por el impacto que tiene en términos económicos, sociales, y en el desarrollo humano de los habitantes de Santo Domingo Este.
Algunos de los proyectos habitacionales cercanos que se beneficiarán de esta obra son: Pradera Tropical, Las Cayenas y Palmera Oriental, el Paseo del Este, San Isidro Labrador, Filadelfia II y Amalia, entre otros.
De igual forma, los trabajadores de la zona franca de San Isidro y empresarios del área habían reclamado el descongestionamiento del tránsito, el saneamiento urbano, ambiental y la desarrabalización de esta importante arteria comercial, que por la oscuridad prevaleciente facilitaba en la noche fechorías y conductas antisociales.
“La antigua autopista de San Isidro, que hoy lleva el nombre del inmortal héroe nacional coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, la dejará transformada definitivamente en la más flamante arteria comercial y de desarrollo inmobiliario de la zona oriental de Santo Domingo”, explicó el ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, al pronunciar su discurso.
Explicó que esa inauguración es el corte de cinta 303, de su administración.
Como parte de los trabajos contratados, se renovó el tramo de 8 kilómetros de la antigua autopista de San Isidro, desde su intercepción en la Av. Charles de Gaulle hasta la Av. Hípica, dice la institución.
Cuatro carriles y siete semáforos
La nueva vía dispondrá de 4 carriles por sentido, con un total de 8 carriles de 3.5 metros de amplitud; asfaltado en toda su extensión con 4 y 6 pulgadas de espesor; con sus respectivas aceras y contenes y un muro divisorio de hormigón armado tipo New Jersey. Además, tendrá iluminación en todo el trayecto, un conjunto de cruces de peatones y colocación de 7 semáforos.