¿Quién no se ha puesto las manos en la cabeza ante la presencia de una factura elevada? No en vano en el argot popular dominicano le llaman “la dolorosa”.El costo del consumo de electricidad y agua son unas de las principales preocupaciones del dominicano promedio.
Una llave mal cerrada o un electrodoméstico conectado (aunque esté apagado) representa una fuga que irremediablemente se traducirá en facturación, y por ende en el pago de un servicio desperdiciado. Según datos del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), el uso de los bombillos de bajo consumo no solo reduce la factura, sino que racionaliza la luz: el 85% de la energía que consume un bombillo incandescente tradicional se vuelve calor y apenas el 15% restante es luz aprovechable. Con los acondicionadores de aire, lo recomendable es buscar una temperatura justa. Un grado de diferencia puede representar un 8% hacia arriba o hacia abajo en el consumo.
Un televisor a color consume fácilmente 200 vatios, lo que representa 1 kilovatio con solo encenderlo durante 5 horas. Un refrigerador de 400 vatios, consume un kilovatio en tan solo 2 horas y 10 minutos. Y un secador de pelo de 1000 vatios consume un kilovatio en apenas una hora. Esto no es un llamado a desconectar la nevera, pero es bueno pensar en la factura cada vez que olvide apagar el televisor. “La dolorosa” puede doler un poco menos con solo un poco más de cuidado.
