El sector sindical acusó ayer al patronal de usar argumentos “aberrantes y sin sentido” para evitar que se reconozcan derechos que deben tener las trabajadoras domésticas dominicanas.La reacción de los defensores de los trabajadores se produce un día después de que la Confederación Patronal de República Dominicana (Copardom) a través de su presidente, Jaime González, pidiera al Congreso Nacional que no ratifique el citado acuerdo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), argumentando que éste entra en contradicción con la Constitución Dominicana.
González asegura que el convenio afecta la intimidad del hogar y el honor personal consagrado en el artículo 44 de la carta magna, cuando concede la facultad a los inspectores del Ministerio de Trabajo de visitar e inspeccionar y asegurar el cumplimiento de las normas laborales relativas al trabajo doméstico.
Sin embargo, desde el punto de vista del presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), Rafael –Pepe- Abreu, con esa posición, la Copardom busca desviar la atención del enfoque central, sobre una intención que existe para el futuro, de ir incorporando derechos de esos trabajadores domésticos, que en definitiva son un punto vital para el despegue tanto de las familias, como de las empresas y del país en sentido general. “La posición de los patronos es un contrasentido porque ese convenio fue sometido a la OIT, un organismo tripartito de las Naciones Unidas, y cuando se sometió estaba presente el Gobierno dominicano, una delegación empresarial y una sindical”, dijo Abreu.
El acuerdo que ha generado el choque entre patronos-sindicalistas fue adoptado el 16 de junio de 2011, con votaciones de 396 a 16, con 63 abstenciones y la recomendación que lo acompaña por una votación de 434 contra 8 y 42 abstenciones. En la OIT cada uno de sus 183 Estados miembros está representado por dos delegados gubernamentales, empleadores y un delegado trabajador, con un voto independiente.
El convenio 189, a cuya ratificación por República Dominicana se opone la Copardom, plantea, en esencia, que los trabajadores domésticos en todo el mundo que se preocupan por las familias y los hogares deben tener los mismos derechos laborales básicos como los disponibles para otros trabajadores: horas de trabajo razonables, descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas, un límite en el pago en especie, información clara sobre los términos y condiciones de empleo, así como el respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluida la libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva.
“Bolivia, Perú, Argentina, Brasil, Costa Rica, Nicaragua y Brasil ya ratificaron el acuerdo y entre esas naciones hay algunas con menos avances que nosotros. No entendemos por qué la oposición del sector empresarial nuestro, que solo aspiran a leyes regresivas, es decir, a que echen para atrás derechos conquistados por los trabajadores”, dijo el presidente del CNUS.
Mientras, Jacobo Ramos, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), sostiene: “Ese convenio 189 viene a hacer justicia con más de 300 mil mujeres que hacen labores en los distintos hogares de la clase media de este país y en sectores que tienen poder adquisitivo para emplear domésticas”. Dijo que una población tan amplia de trabajadoras no puede estar sin protección de la seguridad social, sin prestaciones, sin regalía pascual y sin reconocimiento de una serie de derechos al momento de los despidos.
Amas de casa y Constitución
Ramos sostuvo que “contrario a eso que dice la Copardom, de que el convenio irá en contra de la Constitución, pienso que es ahora cuando en realidad esta se viola, en su artículo 62, que establece que todo el que trabaja tiene derecho, primero a organizarse, y segundo a que todos los derechos consagrados en las leyes les sean respetados”. Los patronos representados en Copardom aseguran que “otro conflicto con el Convenio 189 es la condición de empleador que se otorga a toda persona que contrate a otra, pero en el caso de las trabajadoras domésticas es posible que su empleador no tenga mecanismos para llevara a cotizar a la seguridad social, por no estar registrado como empleador.
De su lado, la presidenta del Comité de Amas de Casa, Ana Vertilia Cabrera, planteó ayer que no conoce las interioridades del convenio, sino que ha recibido algunas orientaciones, pero está de acuerdo conque el trabajador doméstico cuente con algunas consideraciones laborales. “Pero existen situaciones en las que hay que ser un poco flexible, porque existe una serie de personas que emplean a otras como domésticas, pero en términos reales no tienen las condiciones para cumplir con todas las consideraciones del convenio”, aclaró Cabrera.
Los directivos de la CNUS y de la CNTD aseguran que el convenio permitirá que República Dominicana tenga que buscar una forma de ajustar en la legislación (en el Código de Trabajo) los derechos de las trabajadoras domésticas, “que no son más ni menos derechos que los que tienen todos los trabajadores bajo el Régimen de trabajo en el país”.
Pepe Abreu dice que no entiende a qué temen los empleadores, porque “la implementación del acuerdo será luego de la creación de una serie de condiciones, no en lo inmediato”. Por tratarse de un acuerdo internacional el Congreso solo puede ratificar o rechazar el Convenio 189, sin modificarlo.