Aunque la capital despertó con el cielos nublado y bajo fuertes amenazas de lluvia, desde tempranas horas la ciudad se convirtió en un hervidero humano.Ante la mejoría de las condiciones climáticas, miles de personas se trasladaron con paraguas en mano a los distintos centros de votación diseminados en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo lo que provocó que las principales avenidas como la 27 de Febrero, la Winston Churchill, la San Vicente de Paúl y la carretera Mella lucieran un tránsito vehicular dinámico.
Pasadas las 2:00 de la tarde, en avenidas como la Charles de Gaulle, específicamente en el cruce de Sabana Perdida, incluso se produjeron taponamientos debido al gran desplazamiento de personas que hacían pensar que se trataba de un día laborable.
La tranquilidad se impuso
Mientras tanto, en las calles de algunos barrios populosos, como Los Mina, Villa María, el ensanche Felicidad, Katanga y Vietnam , en Santo Domingo Este, el ambiente que se respiraba era de fiesta y celebración.
Pese a que la Junta Central Electoral prohibió la venta de bebidas alcohólicas desde el pasado sábado para evitar incidentes, la población hizo caso omiso de la medida y era común encontrar a decenas de personas “dándose sus tragos”, que eran acompañados con música y baile, incluso en las cercanías de algunos colegios electorales, como el de la escuela Emma Balaguer de Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte.
Muchos aprovecharon el feriado para jugar dominó frente a sus casas, mientras que los más jóvenes convertían las calles en canchas para jugar basketball y pelota.
Aunque gran parte del comercio cerró sus puertas con motivo a las elecciones, varios colmados y lugares de expendio de comida rápida había una gran afluencia de clientes, principalmente, en los denominados pica pollos chinos. En los lugares residenciales como el ensanche Ozama, Alma Rosa y Los Prados, el ambiente fue de tranquilidad.
