En algún momento determinado, hasta el hombre más rico del mundo se ha visto en la necesidad de resolver algún problema de deuda. Aquí trataremos de ver en dos entregas de qué manera pudiéramos ayudarlo a enfrentar estos problemas, ya que estos temas no se aprenden en universidades ni escuelas, sino en el día a día del mundo de los negocios.
Endeudarse no genera problemas, el problema viene cuando no pagamos los compromisos contraídos en el tiempo acordado. La deuda es una facilidad que brindan las empresas a sus clientes para que sus productos o servicios sean adquiridos, y pagados en un tiempo razonable negociado entre las partes. Las causas de los problemas de deuda comienzan con una mala planificación de la proyección de ingresos, con el mal uso de recursos financieros, cuando no podemos gestionar inteligentemente la facilidad otorgada por el suplidor, y en algunos casos de manera intencional. En el caso de las empresas, los empresarios deben de tener claro cómo fluye el efectivo en su empresa, y en qué tiempo estarán recibiendo los dineros que les permitan enfrentar sus compromisos de pago. Por lo general la mayoría de las empresas quiebran cuando su capacidad de pago y de capitalización se ven mermadas, o cuando ya no cuentan con facilidades de crédito en el mercado.
Para reestructurar problemas de deuda lo primero que debemos de tratar es no deteriorar la relación con los acreedores, de manera que no se cierren posibilidades de negociación o acuerdos que en un futuro puedan ser necesarios. Hay que tener claro, documentado y validado los balances pendientes para evitar pérdidas de tiempo o malos entendidos. Es importante conocer los plazos máximos de pago de los cuales gozamos, entender bien las condiciones que brindan nuestros contratos o acuerdos, y saber los costos de tipo legales o de intereses que enfrentamos. Un asesor financiero al lado siempre es una buena opción para comenzar a reestructurar deudas. Y por favor, nunca se deje asesorar por el que le creó el problema.
