Resulta preocupante el incremento de casos de dengue, principalmente en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Este fenómeno, el cual se repite cada año, se ha convertido en una gran preocupación en toda la ciudadanía.
Es lamentable que ya son decenas los muertos y aún no sabemos cuándo terminará esta pesadilla.
Madres con niños en brazos y encendidos en fiebre, así como mayores con igual sintomatología abarrotan nuestras salas de urgencias. Muchos de ellos están siendo abatidos por la infección de este agente que necesita ser inyectado por un mosquito intruso.
Nos llama la atención la conducta de las nuevas autoridades de salud, las cuales actúan con diligencia y además han asumido una actitud valiente sin ocultar los casos y haciendo llamados a la población de que se protejan y tomen las medidas de prevención.
El dengue es complejo y su manejo clínico a veces muy difícil. Por lo que no debe nadie descuidarse ante un cuadro de fiebre, malestar general, dolor de cabeza y acudir a su médico para que sea este quien haga el diagnóstico y no quede la suerte de su salud a merced del descuido y la negligencia.
