Considerado como el mejor Médico Clínico dominicano. Era un hombre de extraordinaria cultura y trato exquisito. El doctor Nicolás Esteban Pichardo nació en Santo Domingo en abril del 1913. Realizó sus estudios de bachillerato en la Escuela Normal de Santo Domingo. Ingresó a la Universidad de Santo Domingo en 1930 y en 1935 recibió su título de licenciado en Medicina y Cirugía. Se trasladó entonces a París, Francia, en donde realiza su doctorado y realiza estudios de cardiología en el Hospital Tenon. Para su doctorado realizó una interesante tesis sobre “La Inversión de la Aorta”.
Al regresar al país inició sus labores en el Hospital Padre Billini, en donde sus alumnos disfrutaban de su sabiduría y su capacidad de enseñanza. De igual forma inició sus Cátedras en la Universidad de Santo Domingo, primero de embriología y luego de Patología Clínica.
También laboró en el Hospital Salvador B. Gautier. Desde que inició su labor profesional fue consolidando un gran prestigio como clínico y sus diagnósticos certeros le dieron un brillo inusitado a nuestra medicina que había estado sumisa ante los diagnósticos europeos o norteamericanos.
Nicolás Pichardo fue director del Padre Billini rompiendo la tradición de que los directores de hospitales eran cirujanos. En 1948 ocupó el cargo de Secretario de Estado de Previsión y realizó una importante labor ofreciendo cobertura de medicinas y el gran estímulo ofrecido a los clubes de madres, que intentaban garantizar una adecuada salud e higiene a las madres y sus hijos. Esa Secretaría tenía bajo su mando a los asilos de todo el país.
De igual forma ocupo importantes cargos en la secretaría de Salud Pública. Pudo trasladar su capacidad clínica a la prevención de enfermedades. En la década del 1950 su prestigio si cabe se incrementó aún más.
Tras la caída del Tirano Trujillo el doctor Pichardo fue miembro del Consejo de Estado en 1962 ocupando diversas posiciones hasta el 27 de febrero del 1963. Durante esos años fue un importante mediador en la crítica situación que vivió nuestro país durante el período de salida de los Trujillo. En el Consejo de Estado ostentó el cargo de primer vicepresidente. Fue parte importante de la “Acción Pro Educación y Cultura” APEC, de la que llegó a ser Vicepresidente y luego ocupó el cargo de rector. Su labor de enseñanza prosiguió en el Hospital Salvador B. Gautier luego de que finalizó su labor política en el Consejo de Estado. En 1974 la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña crea la “Cátedra Magistral doctor Nicolás Pichardo”. En sus palabras de gratitud, en esa ocasión, recordó a sus maestros Gilberto Gómez y Onofre Marmolejos, a quienes calificó como “gigantes de la inteligencia y la memoria”. En esa ocasión expresó con humildad lo siguiente: “mis actos los he realizado fuera de los grandes escaparates por timidez y sobre todo, por vocación, que fundamentalmente soy maestro y médico, médico práctico, médico de hombres. Ninguna de esas dos actividades aceptan candilejas o toleran ademanes histriónicos, porque su ejercicio transcurre bajo los ojos, no de los que desconocen y aplauden, sino de los que no perdonan tonterías o errores: los alumnos y la muerte”.
También fue Profesor Honorario y Decano de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana, UNIBE. Su contribución a UNIBE fue fundamental para establecer el patrón de excelencia que ha conquistado ese centro de estudios. Falleció en Santo Domingo el 2 de enero del 2006, recibiendo los honores que el país y las distintas academias le rindieron como justo reconocimiento a una vida dedicada a los mejores intereses de la República Dominicana y de los dominicanos.
Dedicación
Mis actos los he realizado fuera de los grandes escaparates por timidez y sobre todo, por vocación, porque soy maestro y médico”.