Washington, D.C. – El FBI investiga filtración de documentos de inteligencia clasificados que revelan detalles sobre los preparativos de Israel ante un eventual ataque a Irán.
Según fuentes oficiales, los esfuerzos de los investigadores están centrados en una oficina del gobierno de Estados Unidos donde se sospecha que se imprimieron los archivos antes de su divulgación pública en redes sociales.
Esta filtración, que se suma a otras similares ocurridas en los últimos años, genero alarma entre funcionarios de seguridad nacional, quienes consideran preocupante que materiales tan sensibles sigan circulando fuera de los canales autorizados.
Durante los últimos días, el FBI ha trabajado en conjunto con el Servicio Naval de Investigación Criminal para rastrear los puntos de origen de los documentos.
Las autoridades han delimitado el número de empleados que podrían haber impreso las páginas, lo que representa una pista clave en la investigación.
Los documentos, que datan del 15 y 16 de octubre, contienen información clasificada con acceso restringido a Estados Unidos y a sus aliados del grupo “Cinco Ojos”, compuesto por Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial
Uno de los informes, presuntamente elaborado por la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), menciona movimientos de municiones por parte del ejército israelí, mientras otro hace referencia a ejercicios aéreos con misiles, posibles indicadores de una ofensiva planificada.
Más allá del contenido en sí, lo que más inquieta a las autoridades es la filtración en sí misma. Expertos temen que la divulgación de estos documentos pueda afectar negativamente las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Israel, especialmente en un momento delicado de inestabilidad en Medio Oriente.
Este incidente evoca recuerdos de la filtración protagonizada en 2023 por Jack Teixeira, entonces miembro de la Guardia Nacional Aérea, quien compartió documentos confidenciales en la red social Discord.
En esa ocasión, el FBI actuó con rapidez y logró detener al responsable, quien cumple actualmente una condena de 16 años. A raíz de ese caso, el Pentágono tomó medidas para limitar el acceso a archivos clasificados.