Lo vimos en el filme Shopaholic. También, uno de los personajes de la popular serie de Netflix, Orange is the New Black, consiguió que una de sus adicciones (los zapatos), la llevara a la cárcel. Y como reza un famoso dicho, si sucede en las películas, también puede pasar en la vida real.
La adicción a las compras no sólo se trata de gastar por gastar, este impulso va más allá de la manifestación, es un acto irreflexivo e irreprimible, de acuerdo al psicólogo e hipnoterapista Julio Villafaña. Explica que este trastorno tiene más incidencia en los países cuyo régimen social impulsa al consumismo, siendo la adolescencia la etapa donde comúnmente da sus pininos; el género femenino es más propenso a esta condición. Villafaña explica que la adicción a las compras está relacionada con trastornos psicológicos, como del estado de ánimo o de personalidad, entre otros.
La mujer está más bombardea con propuestas que llevan al consumismo. Por ende, es la más afectada en el trastorno de la adicción a las compras.
Lo eres si…
El profesional de la conducta explica que el comprador compulsivo se caracteriza por ser una persona que se impresiona fácilmente con la novedad, posee baja autoestima, es fácilmente manipulable, tiene un autoconcepto pobre, y que también, presenta problemas de soledad y poco autocontrol.
Además, manifiesta preocupaciones excesivas relacionadas al universo de las compras y siente la necesidad irresistible de adquirir objetos superfluos de forma masiva. Esto suele acompañarse de sentimientos de ansiedad, así como irritabilidad o malestar, y consecuencias adversas como el endeudamiento.
Un problema con solución
El especialista resalta entre los tratamientos más efectivos el enfoque cognitivo-conductual, cuya finalidad terapéutica es determinar los elementos como asociaciones, disociaciones, traumas, inhibiciones, represiones… que han desencadenado la problemática, ya sea para re-configurar la percepción acerca de la situación detonante, desensibilizar situaciones traumáticas, así como ofrecer pautas de comportamientos. Pero sobre todo, fortalecer los factores de vulnerabilidad.
20% de la población femenina del mundo es compradora compulsiva, según el portal del periódico inglés The Gurdian.
Tips para hacerle frente
* Deshazte de algunas de las posesiones que tengas en exceso. Venderlos sería una de las mejores salidas, pues estarías recibiendo una retribución por tu compra.
* No salgas desanimada, pues el estado de ánimo influye a la hora de comprar. “Quienes se sienten tristes pueden tener la tendencia de comprar algo, por más inútil que sea, para calmar esa sensación de angustia”, expresa Villafaña.
* Deja la tarjeta de crédito en casa. Así únicamente podrás gastar lo que realmente precises.
* Haz una lista de lo que necesitas y ajústate a ella.
* Mantente firme ante un vendedor que busque convencerte de adquirir algo que ni siquiera te convence.
* No sintonizar canales de compra ni hacer órdenes por catálogo.
* Cuando surja la necesidad de comprar, prueba saliendo a ejercitarte o intenta distraerte con alguna otra actividad.