Padres de estudiantes de la Escuela Salomé Ureña, del sector Capotillo, en el Distrito Nacional, exigieron este martes la reconstrucción del plantel que, según denuncian, se está cayendo a pedazos y representa un peligro para los alumnos.
Más de 200 niños de este sector ven amenazados sus estudios en este año escolar, ya que la estructura del plantel luce muy deteriorada.
A esto se le suma la falta de butacas, insalubridad, paredes agrietadas y algunas áreas sin nada de techo.
“Es inhabitable en términos pedagógicos. Se debe declarar el presente año escolar en estado de emergencia”, dijo Danilo de la Cruz, vocero de la junta de vecinos.
Los comunitarios de Capotillo advirtieron a las autoridades que no descartarán ningún medio de lucha para exigir que sus hijos estudien en mejores condiciones.