La parte visible del proyecto de reelección del presidente Danilo Medina comenzó antes de que su actual gestión cumpliera un año y como todo proceso cumplió varias etapas, en cada una de ellas uno de los hombres de confianza del gobernante jugó su papel. Gedeón Santos, hombre de entera confianza del gobernante y de dotes intelectuales incuestionables, fue quien comenzó a crear la necesidad de restablecer el modelo norteamericano de dos periodos consecutivos por las bondades que representa para la democracia.
El director del Indotel incluso hizo charlas a nivel nacional e internacional sobre la “necesidad de reelegir a Danilo Medina”. Concomitantemente, y sin cabeza a la vista, la Gran Alianza Nacional (Gana) que pedía la repostulación del gobernante, aparecía hasta en anuncios de televisión y vallas en las principales avenidas de la capital y Santiago y otros puntos del país, pero ese y otros proyectos desaparecían como por arte de magia, pero también como por arte del encantamiento aparecían otros, como Decisión Nacional o el Pueblo Manda.
Para finales del 2013, Ramón Ventura Camejo, miembro del Comité Político del PLD, entró en escena también reclamando una modificación constitucional para permitir la reelección de Medina y el nueve de septiembre del 2014, le dio formalidad a su inquietud al enviar una carta dirigida a las principales autoridades de su partido para que fuera ese organismo el que asumiera el tema.
Para esa fecha, el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, se ufanaba en declarar a la prensa que el presidente Medina tenía que poner el oído en el corazón del pueblo para que escuchara los latidos pidiendo reelección.
Entre tanto, el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, semanalmente mostraba encuestas del “94% de aprobación que tiene la gestión del gobernante”.
Arriba en encuestas
Para enero de este año, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo y miembro del Comité Político del PLD, César Pina Toribio, declaró que “ya no hay tiempo para la reelección” y una gran cantidad de funcionarios le salió al frente, entre ellos Peralta y Castillo, a decirle que hay “tiempo de sobra”. Para el 27 de febrero, una multitud de seguidores de Medina se apostaron en el Congreso Nacional a pedir la modificación de la Constitución para que Medina se repostule. Desde entonces, hasta el 19 de abril, el Gobierno era una sola voz que pedía el cambio a la Constitución.
