Santiago.-El jardín botánico Eugenio de Jesús Marcano comenzó a ser cercado en todo su entorno, como parte del plan de intervención del espacio que constituirá junto al parque metropolitano los dos principales pulmones ecológicos de Santiago.
La empresa contratista lleva avanzada la construcción de una parte de la verja perimetral que da acceso a la intervenida avenida Hatuey que impactara la zona Norte de la ciudad.
Con la esta vía que empalma la avenida Circunvalación Norte hasta Jacagua, la zona ha comenzado a ser impactada al punto que se plantea construir el proyecto ciudad Juan Bosch en esa zona.
En los terrenos del jardín botánico contemplan otra carretera dentro de las facilidades a los que decidan visitar el lugar.
“Hasta ahora lo que nos han dicho, es que trabajemos en cercar el jardín botánico y para eso estamos con la verja que deberá bordear todo el terreno”, indicó uno de los ingenieros encargado de la obra que no quiso identificarse.
A la entrada del jardín botánico es construido un parque recreativo que enlazará a la avenida Hatuey.
Actualmente en el jardín botánico que se construye a través del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales por iniciativa del actual Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito cuenta con un personal limitado.
Tan solo cinco personas que trabajan como brigadistas para la limpieza y cuatro guarparques están asignadas a esas labores, aunque en condiciones muy precarias.
Sergio Reyes y Pedro María Capellán, asignados a las labores de cuidadores diurnas de los terrenos de dicho jardín, reconocen que las condiciones del terreno no han permitido que las plantas sembradas puedan desarrollarse.
“Lo que sabemos es que esto permitirá a atraer a las visitas de personas y por eso los que están a cargo del cuidado mantienen esto con mucho recelo al punto que no se puede matar ningún tipo de animalito aquí”, expresa Pedro María Capellán.
Espera
El jardín botánico tiene varios años en desarrollo y está dotado de una extensión de 704 tareas, de las cuales 287 estuvieron destinadas a un proyecto donde originalmente se construiría el recinto en la zona de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
En tanto que otras 417 tareas que pertenecían a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) y que el gobierno integró al parque mediante decreto, así como otros cientos de tareas declaradas de utilidad pública, que aún están pendiente de expropiación, con las que suman unas mil tareas aproximadamente.