Juan Carlos “El Merengue” Abreu es un joven boxeador dominicano con un gran futuro en el rudo deporte.Hasta la semana pasada tenía un expediente sin mácula: 17-0 con 14 nocauts. Pero en su duro enfrentamiento con el mexicano Humberto -Zorrita- Soto perdió el invicto.
Cayó derrotado por decisión unánime en una pelea pactada a diez rounds y montada en un coliseo de México. Vi el combate por segmentos, algunos asaltos a través de la Internet.
Abreu, quien tiene como manager a César Mercedes, besó la lona en el sexto asalto.
Sin embargo, se puso de pie a la cuenta de los ocho segundos de regla y continúo en la batalla.
César Mercedes me reveló que “es que definitivamente en México nuestros peleadores son perjudicados. Si quieres ganarle a un mexicano tiene que destrozarlo”.
El joven pugilista criollo, como lo escribí previo al combate, iba a contender con un veterano peleador que ha sido monarca del mundo en tres divisiones.
“El Merengue” Abreu fue a su gran reto, a su combate más peligroso, a una riña dura.
No desmayar
No desmayar, saber que el boxeo es un deporte fuerte… ¡para los que nunca se dan por vencidos! Abreu y su apoderado César Mercedes deben pensar en el mejor futuro.
Pese a su fracaso, la pelea fue calificada como “guerra de puños”. No fue que Zorrita Soto “comió con su dama”.
A Abreu le doy el mismo consejo que les he dado a jóvenes peleadores: perder una pelea no significa que ya usted está acabado.
Los grandes boxeadores (y cito algunos: Roberto Durán, Muhammad Alí, Sugar Ray Robinson, Marvin Hagler, Sugar Ray Leonard, Julio César Chávez, Oscar de la Hoya…), perdieron peleas, incluso antes rivales inferiores.
Sin embargo, sus fojas ocupan lugares de primera fila en la maravillosa historia del boxeo mundial.
De manera que El Merengue Abreu siga delante. ¡Porque el camino no es tan espinoso!
